Esta especie de "carbón" arde por más tiempo que otro tipo de productos -como la madera- y contra todo pronóstico no emana olor ni deja la comida con otro sabor. Una innovación bastante particular está tomando las cocinas -principalmente con parrilla- en la ciudad de Nakuru, en Kenia, luego de un invento surgido de la necesidad de descontaminar las fuentes de agua de la localidad.
El proyecto ambiental en una primera instancia recolecta el lodo alrededor del Valle del Rift y lo transforma en carbones con forma redondeada, que pueden ser usados para comenzar y mantener el fuego. Lo sorprendente de la innovación es que el principal material es excremento humano.
Según la información que reproduce The New York Post, una empresa en Kenia vio en los desechos una oportunidad de negocios. Luego de recolectar la materia y someterla a un proceso de secado, fabrican el material, con forma de bolitas, que puede ser usado como combustible.
El proceso para fabricar el combustible es simple, según la empresa: se recolectan los desperdicios humanos y se secan por cerca de tres semanas, lo que elimina los elementos volátiles y peligrosos para la salud.