Se denominan como pescado azul a aquellos que son peces de agua fría y que aportan niveles elevados de omega 3, una grasa saludable asociada a menores niveles de colesterol y una mejor salud cardiovascular en general.
Entre uno de los pescados más conocidos de esta clasificación se encuentra el salmón, el cual, a pesar de ser considerado de los más saludables, puede ser de difícil acceso para muchas personas, ya que su costo suele ser elevado.
Sin embargo, sin duda esto no debe ser un obstáculo para comer saludable y obtener todos los beneficios del omega 3 pues existen un pescado que tiene el mismo perfil nutricional que el salmón con un precio y accesibilidad significativamente menor.
No referimos a las sardinas, las cuales son una opción alimenticia altamente nutritiva y ofrecen numerosos beneficios para la salud, además de tener como ventaja que suele tener menores dosis de mercurio por ser un pez de pequeño tamaño.
Y es que las sardinas son una excelente fuente de ácidos grasos omega 3, que son esenciales para la salud cardiovascular. Estos ácidos grasos ayudan a reducir la inflamación, disminuir el riesgo de enfermedades del corazón y mejorar la función cerebral.
Además, este pescado contiene proteínas completas que proporcionan todos los aminoácidos esenciales necesarios para la reparación y formación de tejidos en el cuerpo. Por ultimo, también tiene un alto contenido de vitaminas y minerales, tales como vitamina B12, vitamina D, calcio, selenio y hierro, responsables de sus múltiples beneficios.
Cuáles son los beneficios a la salud del consumo de sardinas
- Salud Cardiovascular
Los ácidos grasos omega-3 en las sardinas ayudan a reducir los niveles de triglicéridos en la sangre, disminuir la presión arterial y prevenir coágulos sanguíneos, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardíacas. - Función Cerebral y Salud Mental
Los omega-3, especialmente el DHA, son fundamentales para la salud cerebral. El consumo regular de sardinas puede mejorar la función cognitiva y reducir el riesgo de trastornos neurodegenerativos como el Alzheimer. - Fortalecimiento de los Huesos
La combinación de calcio, vitamina D y fósforo en las sardinas contribuye al fortalecimiento y mantenimiento de huesos sanos. - Apoyo al Sistema Inmunológico
La vitamina D y el selenio presentes en las sardinas juegan un papel crucial en el fortalecimiento del sistema inmunológico, ayudando al cuerpo a combatir infecciones. - Regulación Metabólica
Las vitaminas del grupo B, especialmente la B12 y la niacina, son esenciales para el metabolismo energético y la salud celular. - Salud de la Piel y el Cabello
Los ácidos grasos omega-3, junto con proteínas y vitaminas, contribuyen a mantener una piel saludable y un cabello fuerte y brillante.
Estas son algunas recomendaciones que puedes seguir para incluir este alimento en tu dieta
Como mencionamos antes, las sardinas suelen estar en la parte baja de la cadena alimenticia, lo que significa que tienden a acumular menos mercurio que otros pescados grandes, haciéndolas una opción más segura para el consumo regular. Además, comparadas con otras especies de pescado, las sardinas son más sostenibles debido a sus abundantes poblaciones y prácticas de pesca generalmente menos agresivas.
Las sardinas pueden ser consumidas frescas, enlatadas, asadas, a la parrilla o en ensaladas y las que se encuentran enlatadas en aceite de oliva son una opción popular y nutritiva.
Cómo con cualquier alimento, es importante consumir sardinas en cantidades equilibradas como parte de una dieta variada y saludable.