Por qué la extradición de Ovidio Guzmán fue “estratégica” y “política”

De acuerdo con un ex fiscal asistente de Estados Unidos, llamó la atención la rápidez y eficacia con la que Guzmán López fue extraditado a aquel país

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(Archivo de AP)
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La reciente extradición de Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, así como las prohibiciones desde hace unos meses de seguir produciendo fentanilo en territorio del Cártel de Sinaloa, han puesto de relieve un nuevo enfoque tanto del narco como del gobierno de México en sus relaciones con Estados Unidos.

El protagonista de todas estas situaciones es el fentanilo, droga responsable de la muerte de unas 200 personas al día en Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés).

Desde el norte se ha presionado a México para atender la problemática, pues Estados Unidos ha reiterado una y otra vez que los cárteles mexicanos de la droga sintetizan el enervante en territorio mexicano. El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), por su parte, ha contestado negando que ese opioide se produzca en México e incluso ha considerado que EEUU es quien debe abordar ese problema.

Sin embargo, llamó la atención la rápidez y eficacia con la que Guzmán López fue extraditado a los Estados Unidos, de acuerdo con el ex fiscal asistente de Estados Unidos, Sherri Walker Hobson.

“He procesado a miembros de cárteles mexicanos que estuvieron pendientes de extradición en México durante varios años antes de ser extraditados a Estados Unidos; entonces, esta extradición acelerada de Ovidio Guzmán López es definitivamente estratégica política”, dijo al sitio especializado Insight Crime.

En las acusaciones de Estados Unidos, los fiscales acusan a “El Ratón” de desarrollar el tráfico de fentanilo partir de 2014, aunque, según acotó el sitio, el fentanilo no llegó al mercado estadounidense de manera sustancial sino hasta 2015, e incluso entonces parecía venir directamente de China

Foto:X Derek Maltz
Foto:X Derek Maltz

Por eso, una de las interpretaciones es que la extradición de Ovidio Guzmán, alias “El Ratón”, posiblemente se trató de un intento por mejorar las relaciones entre ambos países. Aunque para algunos expertos la extradición no implica un nuevo planteamiento entre México y EEUU en materia de seguridad, pues dicha acción era “el mínimo necesario para demostrar que hay cooperación”.

El pasado mes de abril, el Departamento de Justicia de Estadps Unidos (USDOJ) anunció cargos en tres distritos federales contra varios supuestos cabecillas del Cartel de Sinaloa, entre ellos cuatro hijos de Joaquín “el Chapo” Guzmán, por tráfico de fentanilo y otras drogas.

En un comunicado, el fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, destacó que las acciones van dirigidas a “la mayor y más prolífica operación de tráfico de fentanilo del mundo”, dirigida por el citado cártel y “alimentada por compañías farmacéuticas chinas

Según la gestora de la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA), Anne Milgram, mandaron un “mensaje claro a los ‘Chapitos’, el Cártel de Sinaloa y las redes criminales de droga de todo el mundo de que la DEA no se frenará ante nada para proteger la seguridad nacional de Estados Unidos y de los estadounidenses.

En un hecho insólito, los hijos del Chapo ordenaron que nadie, bajo ninguna circunstancia, podía seguir produciendo o traficando fentanilo. Y en caso de que alguien no obedeciera, se iba atener a las consecuencias.

Desde entonces las autoridades comenzaron a descubrir cuerpos en las afueras de Culiacán. Algunas de estas víctimas se hallaron esposadas, con signos de tortura y ubicadas junto a cientos de píldoras de fentanilo.

Los proveedores de fentanilo entrevistados por InSight Crime sostuvieron que las redes asociadas a Ismael Zambada, alias “El Mayo” —otro pilar del Cartel de Sinaloa— también impusieron el cese.