Dulcinea, la perrita que viajó de Sonora a Baja California escondida en auto de sus vecinos

Su familia la buscó cerca de casa en Puerto Peñasco, sin imaginar que estaba a casi 800 km de distancia

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Dulcinea viajó más de 800 kilómetros (Foto: Indra S. Inzunza)
Dulcinea viajó más de 800 kilómetros (Foto: Indra S. Inzunza)

En redes sociales se viralizó la historia de Dulcinea, una perrita a la que su familia buscó incansablemente sin imaginar que estaba a 800 kilómetros de su casa en Puerto Peñasco, Sonora.

La aventura de Dulcinea fue compartida en por su dueña, Indra, quien relató que la perrita se subió al vehículo de familiares de sus vecinos sin que éstos se dieran cuenta.

“Resulta que mi perrita Dulce Dulcinea se subió a la camioneta de dos pescadores, que son familiares de nuestros vecinos. Curiosamente nadie se dio cuenta hasta ya muy avanzados en camino”, mencionó Indra al comienzo de su relato.

Las personas que llevan a Dulcinea en su camioneta decidieron no regresar en cuanto notaron su presencia debido a que ya estaban cerca de su destino en Baja California.

Dulcinea hizo un viaje de poco más de 14 horas hasta Baja California (Foto: Indra S. Inzunza)
Dulcinea hizo un viaje de poco más de 14 horas hasta Baja California (Foto: Indra S. Inzunza)

La dueña de la perrita comentó que llegó a pensar que no la volvería a ver. Mientras estos pensamientos pasaban por su mente, su mascota viajaba hacia otra entidad.

“De hecho ya nos habíamos resignado a que no volvería. Y ella de viaje hasta Guerrero Negro, Baja California Sur, El Dátil y sepa Dios dónde más estuvo”, explicó la dueña de Dulcinea.

Después de un largo viaje, Dulce volvió a casa en Sonora, ya que los pescadores la llevaron de vuelta. Su familia les agradeció por ayudarla a volver pese a que estaba tan lejos.

“Agradezco mucho a las personas de buen corazón que la trajeron de regreso sana y salva. Llegó cansada, con hambre, pero bien paseada y con experiencias que sólo ella, en su aventurero mundo, sabrá. Es todo una pata de perro, espíritu libre, mi Dulce Dulcinea”, finalizó Indra.

Dos pescadores ayudaron a volver a Dulcinea a su hogar en Puerto Peñasco, Sonora (Foto: Indra S. Inzunza)
Dos pescadores ayudaron a volver a Dulcinea a su hogar en Puerto Peñasco, Sonora (Foto: Indra S. Inzunza)

La dueña de Dulcinea acompañó la historia con varias imágenes, entre ellas un mapa en el que mostró el trayecto de 14 horas con 3 minutos que la perrita recorrió.

También compartió una fotografía en la que aparecen los protagonistas de la historia: ella, cargando en brazos a Dulcinea junto a su vecina y los pescadores.

Dónde queda Guerrero Negro y El Dátil, los lugares que visitó Dulcinea

Dulcinea vive en Puerto Peñasco, Sonora, conocido por sus playas de arena fina con atardeceres propias del Mar de Cortés. Es también reconocido por El Pinacate y Gran Desierto de Altar, una zona de dunas en las que se pueden encontrar 540 especies de plantas vasculares, 40 especies de mamíferos, 200 de aves, 40 de reptiles, además de encontrar también anfibios y peces de agua dulce.

La perrita terminó a 769 kilómetros del rincón de Sonora en donde está su hogar, específicamente en el municipio de Mulegé, donde se ubican Guerrero Negro y El Dátil.

Dulcinea pasó por Guerrero Negro, una localidad de Baja California con dunas y bahías con ballenas (Foto: Cultura BCS)
Dulcinea pasó por Guerrero Negro, una localidad de Baja California con dunas y bahías con ballenas (Foto: Cultura BCS)

En el Dátil la pesca se realiza artesanalmente, bajo la organización de cooperativos locales. Entre las especies capturadas por los pescadoras de la zona están la garropa, el mero, la curvina, verdillo, el pez lenguado, callo de hacha, almeja chocolata y langosta.

Mientras que Guerrero Negro es una zona turística con atractivos como las Dunas de la Soledad, sus bahías, que son recorridas por las ballenas de noviembre a abril y sus marismas,, en las que el agua salada se junta con la dulce, por lo que conviven especies diversas: jaibas, almejas, pulpos y hasta delfines.

También cuenta con tres lagunas importantes: Guerrero Negro, Ojo de Liebre y San Ignacio. A ello se suma la reserva de la biosfera El Vízcaino.

Además, en esta localidad se ubica también una planta de sal que se puede conocer en una visita guiada. En el recorrido los visitantes conocen el proceso productivo y pueden disfrutar de las impresionantes vistas de los depósitos de sal.