Una madre costurera, la sospecha de una traición y la promesa de un escritor en la nueva obra del español Edmundo Díaz Conde

“Mamá”, una obra intimista que retrata las angustias y los anhelos de un joven aspirante a escritor, mientras recuerda a su madre y cuenta su historia, que es la suya misma.

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Dividida en tres partes, cada una integrada por capítulos cortos que fluyen uno tras otro, esta obra presenta la historia de un chico y su madre costurera. El niño de Mary, así le decían al chico, la ayuda con los encargos mientras ella trabaja y se prepara para la noche, momento en el que se levanta y se arregla como para una fiesta, pero en realidad no sale, lo hace para irse a dormir, y él la ve.

El chico no es otro que el propio autor, Edmundo Díaz Conde, que regresa a sus memorias para retratar a la mujer que le dio la vida haciendo uso de las licencias que la novela le permite. El libro es testimonio a la vez que ficción, y así el lector se sumerge en esta vida de madre e hijo que un día fue y para siempre habrá de ser.

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El escritor español habla de “Mamá” como una obra de autoficción, en la que están repartidos hechos tanto reales como inventados. “La vida, supongo, nos sobrepasa; la ficción nos ayuda a ordenarla, a manejarla, a consolarnos de su complejidad”, comentó en previa entrevista.

Al interior de estas páginas está la vida narrada de Díaz Conde, la que él ha querido contar, la que recuerda. Habla de su padre, que era Guardia Civil y al que su madre llamaba Ramón; de lo muy aburrido que estaba siempre en casa; de cómo su abuela y su madre preparaban las visitas, como si fuera la venida de un rey de España; habla de los amores de sus padres, de la poesía que llegó para salvarle, de los días que se iban y la madre que, también, se marcha al final de la semana.

Entre viaje y viaje, Díaz Conde ve a su madre como una afamada costurera. Él la acompaña a veces. Otras, debe quedarse en su cuarto, que también es el probador de las clientas de su mamá. Mientras la espera, el joven Edmundo no hace otra cosa que leer. Se le va el tiempo a merced de los libros, hasta que descubre algo que lo descoloca por completo y las ficciones que imagina pasan a ser de su propia autoría.

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A inicios de la década del ochenta, Díaz Conde descubre una serie de cartas de su madre dirigidas a un hombre que firma como Señor Negro. Desconcertado, cree que ella está teniendo una aventura y entra en conflicto. Hará lo posible por descubrir la verdad y, como puede, emprende viaje a Barcelona.

El primer sitio en el que ve reunidos al tal Señor Negro y a su madre es, curiosamente, una librería. Ajeno a lo que será su destino, es allí donde el adolescente decide, no solo entregarle toda su ira a ese hombre con el que su mamá ha querido “traicionar” a su padre, sino dedicarse a la escritura. Las historias, para que salgan como él quiere, habrá de escribirlas él mismo.

Conforme avanzan las páginas, el protagonista de la historia pasa a ser el propio autor, que habla con los lectores, les hace preguntas, se increpa a sí mismo. Siempre la madre es el marco, a ella vuelve una y otra vez, pero es la vida misma la que protagoniza estas páginas.

Sobre el autor: Edmundo Díaz Conde

  • Nació en Orense, en 1966.
  • Ha publicado los libros Jonás el estilita, La ciudad invisible y El club de los amantes.
  • Colabora con Mercurio y El Correo de Andalucía.
  • Actualmente reside en Sevilla.

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