Manejo y genética, el binomio ganador para lograr la mayor rentabilidad en el maíz

El manejo variable con siembras tardías de maíz junto a la innovación genética y las rotaciones adecuadas son los aspectos que hoy los productores combinan en épocas de presencia de “La Niña” para lograr los rindes buscados en campos con falta de humedad o sequía. Con estas prácticas, a modo de ejemplo, en el norte del país en la cosecha de maíz tardío hubo rindes buenos de 6500/ 7000 t/ha en promedio, siendo una buena performance, aunque en algunas zonas lograron e 10.000 a 12.000 toneladas y picos de hasta 14.000 t/ha. Es lo contrario a lo que ocurrió en la siembra temprana, que en lotes donde no había napa sufrieron muchísimo, con numerosos problemas agronómicos.

Ante este panorama para la próxima campaña gruesa, con dos nuevos lanzamientos, Nidera Semillas se puso a la vanguardia de la asistencia a productores, combatiendo en simultáneo insectos y malezas. Además ofrece un set de herramientas claves para el productor en la búsqueda de la rentabilidad. Una de las novedades de la compañía es el sistema de manejo variable. En rigor, no se trata de un producto sino de una herramienta de gestión, que permite mapear la variabilidad ambiental de cada lote y ajustar la densidad de siembra y hacer una fertilización más precisa para cada uno de los ambientes.

“Esto hace que el productor pueda eficientizar muy bien los recursos”, señaló Claudio Pastor, gerente de Desarrollo de Producto de Nidera Semillas. Destacó que la plataforma también ofrece, según el ambiente, la recomendación de la cantidad de fertilización nitrogenada a utilizar y que lo importante es que en la búsqueda de la eficiencia “en ese lote no se tire ni una semilla de más, ni un insumo de más”. El contraste con lo que ocurría hasta ahora es claro. “Sin siembra de manejo variable, se trabajan todos los lotes por igual, sumando, si se quiere un costo innecesario”, destacó Pastor.

Lo relevante, además, es que todos los clientes de Nidera reciben la herramienta digital en forma gratuita, a través de las redes de distribuidores de la marca, conocidas como RED.IN, quienes brindan al productor toda la prescripción, le indican qué material sembrar, con qué densidad, con cuánta fertilización, tanto para maíz como girasol y trigo.

Productos multitarget

En paralelo, a nivel genético, la compañía puso en el mercado el NS 7921 VIPTERA3 CL, un producto que permite combatir lepidópteros, y también funciona como herbicida, y es aplicable tanto en siembras tempranas como tardías, con muy buenos resultados. Dato relevante dado que la siembra tardía de maíz, en la actualidad, representa un 60% de la implantación de cada ciclo.

“El Víptera 3 es la mejor biotecnología que tenemos para el control de lepidópteros en el país, pero a su vez te da resistencia al glifosato y al glufosinato de amonio que te ayuda al control de maleza”, explicó Pastor. El NS 7921 VIPTERA3 CL también es clearfield, con tolerancia a imidazolinonas, que es otro tipo de herbicida. Logra su mejor rendimiento en las siembras tardías, y fue un desarrollo muy relevante de la compañía, considerando que por ejemplo en el norte del país, “antes de que existiera la biotecnología se hacían de 4 a 5 aplicaciones de insecticida, y hoy con Víptera para lepidópteros no es necesario aplicar nada”.

En cuanto a las siembras tempranas, Nidera Semillas lanzó este año otro producto, NS 7621 Víptera 3. Se trata de un híbrido de ciclo corto, con mayor potencial de rendimiento y la mejor tecnología para el control de lepidópteros. Otro aspecto a tener en cuenta que la tecnología Víptera, va acompañada de un 10% de refugio. Esto quiere decir que en la siembra se recurre a estos refugios, dejando un 10% del lote para sembrar con tecnología no Bt (biotecnológica). De ese modo, se logra evitar la resistencia de insectos.

Por último, Nidera Semillas apuesta a otros materiales, como en este caso, el NS 7800 CL TG, de ciclo similar, también resistente al glifosato y sin efectos negativos si se aplica imidazolinonas. Todos estos desarrollos de Nidera son determinantes en una compleja y desafiante campaña por la falta de lluvias y escasez de humedad en los suelos.