Cuando la ciberseguridad se convierte en uno de los mejores lugares para desarrollarse

El teletrabajo es una herramienta que debió hacerse presente para poder reemplazar lo cotidiano de lo que hasta hace un tiempo se realizaba en cada oficina. De alguna manera, fue un sustituto que ayudó a unir y acercar. El tan renombrado home office resultó imprescindible para que la mayoría de las empresas pudieran continuar brindando sus servicios y así incluso lograr mantenerse en pie. Esto también fue la causa de una gran aceleración en la transformación digital, en la que los delincuentes cibernéticos se aprovecharon al encontrar el espacio donde reproducirse a su antojo.

La evolución de las amenazas es constante. Esto ya no se trata como hace 20 años cuando la culpa probablemente era de un adolescente de mente brillante pero aburrido y travieso. Hoy existen verdaderas organizaciones criminales con numerosos recursos e incentivos para cometer ilícitos en actividades ligadas al ciber. En esta guerra, el adversario se encuentra permanentemente buscando nuevas formas de estafa, de robo de identidad, de fraude, de acceso a información.

Lightech es una empresa que desde hace 25 años se dedica a elevar el nivel de ciberseguridad de sus clientes. La compañía debe enfrentarse diariamente a ese enemigo silencioso que no descansa y siempre se encuentra al acecho. Es por eso que el esfuerzo del equipo laboral fue fundamental para poder hacer frente a tantos potenciales enemigos en un entorno de cambio tan repentino como la cuarentena. A raíz de la pandemia se debió organizar para poder cumplir con todos los clientes de su cartera. Las autoridades, por primera vez implementaron la modalidad Great Place to Work Argentina (GPTW) para conocer -mediante una encuesta a los empleados- cuál era el clima laboral a pesar de la situación. Con más del 90% de comentarios positivos recibió el certificado de GPTW, y fue nominada como una de las mejores empresas (de hasta 250 empleados) para trabajar en Argentina.

“Buscamos un lugar para trabajar donde la gente tenga ganas de venir; se sienta respetada; pueda aprender, crecer, capacitarse. Un trabajo con una remuneración justa, en el que se viva un buen clima, en el que el empleado no sea un número y vea que se lo cuida, que puede hablar con sus jefes, que sepa qué se espera de ellos. Que se le dé lo necesario para ser la mejor versión de ellos mismos”, explica Alvaro Pereira Paz, CEO de la compañía.

La empresa se reconoce como parte de la economía del conocimiento. Las complejidades de los entornos ciber, la velocidad de cambios, y la evolución constante de riesgos, amenazas y técnicas de grupos criminales exigen una actualización permanente. Es por eso que allí la capacitación es algo constante.

Frente a cada innovación es necesario estar alerta a las posibles amenazas. Es un trabajo interminable por estar un paso adelante y evitar que se cometan estos delitos informáticos. Por eso, la capacitación, la especialización y la actualización son fundamentales en el negocio de la ciberseguridad.

En la cartera de Lightech están probablemente las compañías más grandes de Argentina porque tienen los desafíos más complejos e importantes de ciberseguridad; ya sea por tamaño, por tráfico o regulación. Trabajan con diferentes empresas de energía, finanzas, telecomunicaciones, agro, industria y comercio, siderurgia, entre otras. La ciberseguridad es transversal. Todas las compañías deberían estar atentas a estos delitos que hoy suceden a menudo.

“A mí me gusta decirles a los colaboradores que sin Microsoft, sin IBM o sin Sap es muy difícil vivir pero sin Lightech vive cualquiera. Así que nosotros tenemos que ser excelentes y nuestros clientes nos eligen porque somos excelentes. Tenemos una manera muy clara e irrenunciable de cómo hacemos los negocios en el mercado y tenemos un foco totalmente marcado hacia la ciberseguridad. Apostamos a la excelencia técnica y a las relaciones de largo plazo con los clientes. Nos eligen por trayectoria, reputación, flexibilidad, confiabilidad y expertise técnico”, comenta Pereira Paz.

Si bien reconoce que siempre se buscó que el ambiente laboral sea el indicado y estar al tanto de todo lo que sucede con los empleados, no se le había ocurrido participar de GPTW hasta que apareció la pandemia. Para una empresa que cuenta con un desafío diario tan particular como tratar de reducir los abusos cibernéticos en una época en la que la tecnología se encuentra en el centro de la escena es fundamental conocer lo que pasa por dentro. Por eso, se busca la capacitación y siempre tener la posibilidad de estar actualizando los conocimientos.

Para Pereira Paz, no es tan conocida la enorme importancia de la ciberseguridad: ”Desde hace años, las organizaciones internacionales incluyen a la vacunación masiva como uno de los grandes desafíos de la humanidad, y en el último año vimos claramente por qué. Es menos conocido que estas mismas organizaciones definen a la ciberseguridad como otro de estos desafíos. Por ejemplo, el World Economic Forum cuenta con su Global Future Council en Cybersecurity”.

Una nominación para ser mejores

Cuando se presentaron para solicitar el certificado y conocer cómo era el clima laboral, no imaginaron que podrían ser nominados para formar parte de un ranking tan prestigioso como el de GPTW y, a pesar de sentirse orgullosos por esta realidad, consideran que es la mejor manera para superarse a sí mismos.

Los empleados no dudan en elegir y reafirmar con convicción su trabajo, al que consideran “un granito de arena” para ayudar a que el mundo sea un poco más ciberseguro. Para las autoridades de la empresa, el personal elige trabajar ahí porque también valora la posibilidad de ser parte de diferentes proyectos y tecnologías. Además, se sienten orgullos de manejar una cartera de clientes y un uso de la tecnología que consideran de los mejores del país y del mundo. Trabajan con marcas líderes en cada categoría.

“Lightech es una empresa donde no hay politiquería, agendas ocultas, guerras subterráneas. Hay puertas abiertas en serio y eso se nota. Se nota que la gente colabora, que el clima es bueno, que la gente se ayuda. Le damos mucha importancia a la capacitación y eso para la gente es muy importante”, agrega el CEO. Asimismo, reconoce que muchos ingresantes se sorprenden cuando se les explica que se les va a pagar una capacitación. “Si hay alguien que no quiere aprender en este ambiente se equivocó de profesión. Hay que tratar de ser siempre mejores. Hacer bien nuestro trabajo no es una cuestión de orgullo profesional, hacer bien nuestro trabajo es un imperativo moral”.

En Argentina son entre 40 y 50 empleados. Todos participaron de la encuesta y es llamativo el nivel de compromiso mostrado. Más del 90% e incluso hasta el 98% describieron el excelente ambiente laboral y la relación con sus superiores.

“Creo que la gente valora también que ve que a lo largo de los años las cosas suceden, que se cumplen las promesas y que se hace lo que se dice y eso creo que ayuda a la confianza y da mucha tranquilidad”, concluye Pereira Paz.