Cifras que alarman: el 30% de los niños nacidos en pandemia no recibieron las vacunas obligatorias

El número surge de un informe realizado por la Sociedad Argentina de Pediatría a nivel nacional y por Unicef y la OMS, a nivel mundial

Compartir
Compartir articulo
(Shutterstock)
(Shutterstock)

La importancia que las vacunas tienen en el control de la salud pública es mundialmente reconocida. Desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) aseguran que gracias a la existencia de las vacunas se evitan de 2 a 3 millones de muertes al año a nivel mundial.

La llegada del coronavirus dejó en evidencia que, ante la inexistencia de vacunas, no hay forma alguna de combatir, de forma rápida y efectiva, una enfermedad. Mucho menos aún si se trata de epidemias o pandemias.

“El tiempo que pasa entre la declaración de una emergencia de salud pública de alcance internacional y la disponibilidad de, vacunas y medicamentos eficaces, pueden salvar vidas y evitar crisis”, aseguró Marie-Paul Kieny, Subdirectora General de Sistemas de Salud e Innovación de la Organización Mundial de la Salud.

A pesar que, según un estudio realizado por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Argentina es el país más avanzado en materia de vacunación de América Latina, existe una preocupación importante entre los expertos de la comunidad médica y científica: durante la cuarentena, hubo una alarmante disminución del número de niños que reciben vacunas.

Esta afirmación está respaldada por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) que sostiene que entre 3 y 4 de cada 10 niños nacidos en cuarentena no recibieron el esquema completo de vacunas de los primeros seis meses.

(Shutterstock)
(Shutterstock)

“Los niños recién nacidos dejan las maternidades habiendo recibido las dos vacunas correspondientes (BCG y Hepatitis B) y un gran número no está regresando por las otras nueve que completan el calendario gratuito y obligatorio (en los primeros 6 meses de vida). El miedo al contagio por COVID-19, la falta de acceso al trasporte público, y seguramente otras circunstancias, están atentando con el cumplimiento del calendario de vacunas, afirmó Elizabeth Bogdanowicz, infectóloga pediatra y miembro del Comité de Infectología de la SAP.

“Esto sucede en momentos en que no hay ningún faltante de vacunas. Incluso desde las autoridades sanitarias se promueve la inmunización ampliando la disponibilidad de lugares abiertos e incentivando a los padres a concurrir a los vacunatorios oficiales y a los centros de salud y hospitales”, explicó en el mismo sentido Carlota Russ, médica infectóloga y representante de la Sociedad Argentina de Pediatría ante la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn).

Aunque estas alarmantes cifras pertenecen a la Argentina, se trata de una problemática que se repite a nivel mundial. Tanto la OMS como Unicef han expresado su preocupación por la interrupción en el uso de los servicios de inmunización debido a que se trata de una amenaza a los progresos logrados durante años.

“El sufrimiento y las muertes evitables causadas por no cumplir con los calendarios de vacunación podrían ser mucho mayores que la propia pandemia de COVID-19, aunque no tiene por qué ser así”, aseguró Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS.

Según la OMS, la probabilidad de que un bebé nacido durante los meses de aislamiento haya recibido todas las vacunas recomendadas para cuando cumpla los 5 años es inferior al 20 %.

(Shutterstock)
(Shutterstock)

La importancia de la vacunación

Desde la SAP, explicaron que “el cumplimiento con el calendario de vacunación es la piedra fundamental para comenzar a desarrollar inmunidad contra un grupo de enfermedades graves y prevalentes en los dos primeros años de vida de los niños”.

Pero, además, es una cuestión de salud pública. En agosto de 2019, por ejemplo, Argentina volvió a encontrarse con un rebrote de sarampión, enfermedad que no había tenido casos autóctonos desde el 2000.

El brote fue el más extenso desde que se logró la eliminación de la circulación endémica y alcanzó los 174 casos confirmados. Recién pudo darse por concluido en marzo del 2020, tras una intensificación de la vacunación y sensibilización de la vigilancia epidemiológica.

Inhouse para GSK.