El PBI de América Latina crecería hasta un 34% si las mujeres se insertaran de forma masiva al mundo laboral

En los últimos años, distintas entidades gubernamentales y empresariales se han propuesto darle mayor protagonismo al rol de la mujer en el área laboral. Esto es parte de la construcción colectiva de una sociedad diversa donde las mujeres puedan acceder con iguales oportunidades a cargos públicos, corporativos, políticos o económicos de relevancia.

Según estimaciones del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Producto Bruto Interno (PBI) de la región crecería hasta en un 34% si las mujeres se insertaran de forma masiva al mundo laboral. Asimismo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó que las empresas podrían acrecentar sus beneficios hasta un 20% si se le diera espacio a las mujeres en cargos ejecutivos. Es decir, las compañías, donde tres o más mujeres ejercen funciones de liderazgo, registran un desempeño más alto.

Además, según anunció el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas, las mujeres controlan dos tercios del gasto del planeta y aunque realizan el 66% del trabajo, sólo ganan el 10% del ingreso total. Sumado a esto, el dinero de sus salarios es reinvertido casi en su totalidad -un 90%- en sus familias y en sus comunidades.

En esta nueva capacidad transformadora que las mujeres tienen en las comunidades a través de su trabajo, el emprendimiento es una interesante apuesta económica. En la mayoría de los lugares del mundo, el número de mujeres que inician y dirigen nuevos negocios está creciendo. Y como demuestra un informe del Women Entrepreneurship Banking (BID), una mujer invierte en su emprendimiento un 50% menos de capital que un hombre y, aun así, logra un 20% más de ingresos.

Por este motivo, Coca Cola decidió impulsar la inserción laboral de las mujeres a través del programa 5BY20, ya que su objetivo está vinculado a un futuro inclusivo que solo es posible cuando se potencia la fuerza transformadora de las mujeres y su impacto positivo en las comunidades, las organizaciones y la economía global.

¿Qué es 5by20?

Es el programa global de la empresa para empoderar y capacitar a 5 millones de mujeres para el 2020. El compromiso de Coca-Cola, que fue anunciado en 2010, busca trabajar en el desarrollo de las mujeres que integran la cadena de valor. Desde las agricultoras hasta los clientes, que en el 80% de los casos son pequeñas y medianas empresas lideradas por mujeres, pasando por las artesanas, quienes trabajan con el material reciclado de los empaques. El objetivo es brindarles a las mujeres diversas herramientas para mejorar la gestión y administración y así potenciar sus negocios. Las capacitaciones incluyen tópicos como administración personal y del hogar, organización de emprendimientos personales, modelos de negocios y nociones sobre microfranquicias y crédito. Ya son más de 4,6 millones de mujeres en todo el planeta las que han adquirido herramientas necesarias para su desarrollo.

Así, 5by20 involucra a las pequeñas empresas con las que la compañía y sus socios embotelladores trabajan en más de 200 países de todo el mundo. En Argentina, por ejemplo, el 80% de sus 363.000 clientes son pymes como kioscos, almacenes y autoservicios, cuyo negocio representa el principal ingreso familiar. Sumado a esto, la mayor parte de ellos son mujeres las que están a cargo del local.

Por eso, una de las principales acciones que realiza Coca Cola en la Argentina es la alianza con Fundación Global y la Unión de Kiosqueros de la República Argentina (UKRA) para capacitar en temas de gestión, marketing y finanzas a mujeres kiosqueras y emprendedoras, muchas de las cuales son jefas de familia. De esta forma, 9.600 mujeres ya cuentan con los contenidos y se aspira a que el número ascienda a 10 mil para fines del 2020.

Nidia, la kiosquera que sueña con un supermercado propio

Nidia Paredes, oriunda de Paraguarí, una localidad paraguaya ubicada a poco más de 60 kilómetros de Asunción, llegó a la Argentina en 1992. Se instaló en Villa Domínico, donde desarrolló su vida laboral y familiar. Por la mañana, trabaja como empleada doméstica y a la tarde toma las riendas de su kiosco, que funciona de lunes a lunes.

“Si era por mí, me pasaba la noche trabajando”, recuerda Nidia. Pero ese ritmo de vida alarmó a su familia, que le propuso mudar el emprendimiento a su propio hogar. Al principio la idea no la convencía, pero de a poco fue convenciéndola. “Este es mi lugar, después de todo. Acá estoy mucho más tranquila”, admite Paredes.

Ese impulso perfeccionista la motivó también a sumarse a las capacitaciones que la UKRA realiza en conjunto con Coca Cola Argentina. “Nos enseñaron nuestros derechos como kiosqueras, pero también nos orientaron en muchos otros temas. Al comenzar con todo esto yo estaba bastante perdida”, explica Nidia. Y agrega: “Estoy contenta con todo lo que logré, pero tengo ganas de seguir creciendo. En el futuro me gustaría poner un supermercado”.