La edición independiente ante la encrucijada del federalismo

El editor de Espacio Hudson participó de la Experiencia Leamos junto a la editora de Hormigas Negras Andrea Álvarez, donde discutieron el rol del editor independiente y los desafíos que conlleva tener una editorial fuera del circuito mainstream

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El editor de Espacio Hudson participó de la Experiencia Leamos junto a la editora de Hormigas Negras Andrea Álvarez, donde discutieron el rol del editor independiente y los desafíos que conlleva tener una editorial fuera del circuito mainstream

Ediciones Espacio Hudson se describe como una editorial independiente radicada en la Patagonia que, ligada a distintos proyectos artísticos colectivos, pone atención en obras surgidas de movimientos culturales y políticos críticos a la agenda centralizada de grandes grupos económicos y comunicacionales. Por otro lado, los integrantes de la Editorial Hormigas Negras se conocieron en el taller literario de Juan Forn y al terminar sus respectivos libros iniciaron el proyecto con el objetivo de publicar sus propios libros: dos novelas y tres libros de cuentos. Luego la editorial comenzó a publicar títulos de otros autores, dentro de la narrativa argentina contemporánea, encontró su identidad y abrió colecciones de poesía y crónica periodística.

En un nuevo encuentro del ciclo Leamos Independientes, Esteban Castromán conversó con Andrea Álvarez, editora de Hormigas Negras y Christian Aliaga, editor de Espacio Hudson, sobre sus catálogos y experiencias en el mundo editorial independiente.

Para Christian Aliaga un editor independiente es una suerte de laboratorio: pone en circulación y hace visible textos que no están publicados por alguna razón. Se trata de hacer una apuesta, dijo, por autoras o autores que recién están empezando o que escribieron libros fantásticos y que sin embargo no encontraron la vía para ser publicados: “Un editor independiente le pone un ojo a aquello que no ha sido descubierto o tomado en cuenta por el sistema editorial central”. En la editorial Hudson, por ejemplo, tienen un culto por la diversidad, y dentro de esa diversidad se encuentra el componente geográfico: “Nosotros sabemos que Argentina es un país inmenso pero que sólo es federal en el texto de la constitución”, apunta. Por eso salen del centralismo y escogen publicar, principalmente, a autores que escriben desde la Patagonia. Leer Aimé Painé. La voz del pueblo mapuche de Cristina Rafanellihttps://www.leamos.com/ar/book/9789878456171

A la hora de trabajar, Aliaga admite que el editor disfruta mucho de la cercanía con los autores: “Ver un talento, convertirlo en libro, que empiece a circular…Es siempre muy emocionante”. Para Andrea Álvarez, editora en Hormigas Negras, aquel que además de ser editor es escritor conoce en carne propia lo que demanda tomar la pluma. “El editor siempre está más tranquilo que el autor”, dijo. Esa posibilidad de saber lo que el autor está viviendo a nivel emocional hace que a veces el editor adopte el rol de un acompañante terapéutico, admitió entre risas. “Siempre trato de que sientan que tienen un apoyo, que no están solos”, contó. Aún más en los días previos a que el libro salga publicado, a la hora de hacer la presentación, allí donde la vida se vuelve, según su experiencia, “una especie de montaña rusa’'.