Fue una de las grandes sorpresas de la noche de gala en el Teatro Colón durante el G20. Julio Bocca apareció en el escenario para bailar chamamé. Nadie se lo esperaba, excepto el coreógrafo Ricky Pashkus, que junto a Eduardo Mozzi, Gabriela Ricardes y Alejandra Cuevas idearon Argentum, el espectáculo que deslumbró a los líderes mundiales que miraban extasiados lo que ocurría en el principal coliseo del país.
Pero no fue fácil contar con quien fue, durante décadas, sinónimo del ballet argentino. Bocca, que se retiró hace once años, siempre fue reticente a regresar a ese escenario, distanciado con las políticas oficiales del Colón. Sin embargo, para tamaño acontecimiento, dio el brazo a torcer.
Pashkus desmenuzó la tarea de convencerlo: "Lo llamé hace meses. Le dije si quería venir y me contestó: 'No, no puedo. Estoy enojado. Hay cosas que me tienen preocupado. No me fui bien…'. Lo seguí llamando, le mandé mails y seguía negándose. Yo insistí, y en uno recibí otra respuesta: 'Ricky, no sé si habrá aviones, si conseguiré vuelo'. Se lo conseguimos. 'Pero Ricky, yo hace once años que no bailo. Cambiaron las cosas', siguió. Le dije: 'Julio, te quiero hacer un mimo, que el mundo sepa que la gente te sigue amando y admirando'. A partir de ahí le mandé un abanico de músicas. Eligió la del Litoral. Le mostré la coreografía bailándola yo con Soledad Mangia, que fue la partenaire de Julio, lo grabé… Entonces me dijo: 'Sí, dale, lo hago'. ¡Y deslumbró!".
En Argentum participaron 84 bailarines y 75 músicos. Y además de Julio Bocca, descolló Mora Godoy con su interpretación de Tanguera y la orquesta dirigida por xx. Cuando finalizó el show, y los artistas y la platea comenzaron con el canto de "¡Argentina! ¡Argentina!", el presidente Mauricio Macri se emocionó hasta las lágrimas, una imagen que dio la vuelta al planeta.
por Hugo Martin