Patricia Garelik, la campeona mundial de taekwondo que quiere cambiar el destino de los chicos carenciados

Nació en Glew, tiene 40 años y se consagró cinco veces campeona mundial de taekwondo. Retirada desde 2015, comenzó a enseñar gratuitamente esa disciplina en distintos hogares, comedores y otras instituciones. Aquí, una jornada junto a ella y sus entusiastas alumnos en la Fundación DAMI, de Guernica.

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Patricia se prepara para presenciar la exhibición de un grupo de quince niños y adolescentes que aguardan ansiosos el momento de mostrar lo que aprendieron con ella.
Patricia se prepara para presenciar la exhibición de un grupo de quince niños y adolescentes que aguardan ansiosos el momento de mostrar lo que aprendieron con ella.

"Bueno… ¿arrancamos?", propone Patricia Garelik. Entonces los chicos se sacan las zapatillas para ubicarse sobre el piso de goma encastrable donde, durante una hora y media, se llevará a cabo la clase. Pero no sólo eso. Hay algo más. Se nota en sus caras: van a tomar clases de taekwondo con la quíntuple campeón del mundo.

Nacida en Glew, Patricia, que tiene 40 años, se retiró de la competencia oficial en 2015, pero comenzó otra etapa que la llena por igual, pero desde otro lugar: enseñar gratuitamente esa disciplina coreana en distintos hogares, comedores e instituciones.

Y así lo hizo en el barrio San Martín, de Guernica –Sur del Conurbano y sede de la Fundación DAMI–, ante un  grupo de chicos y adolescentes que visten sus doboks (ropa de práctica que recibieron gracias a donaciones), y varios avanzados, que además lucen con orgullo el color de su cinturón.

"¡Chariot!", ordena Garelik en voz alta. "¡Kiong ne!", responden los alumnos mientras se inclinan hacia adelante, a modo de reverencia. Finalmente, repiten a coro: "¡Taekwon!", que significa que están listos para comenzar la práctica.

Garelik entiende que “practicar un deporte ayuda a los chicos a creer en sí mismos y a luchar por sus sueños”.
Garelik entiende que “practicar un deporte ayuda a los chicos a creer en sí mismos y a luchar por sus sueños”.

"Pensar que todo esto comenzó casi por casualidad...", comenta Patricia. Fue luego de consagrarse ganadora de la medalla de oro en el Mundial de Italia y decidir su retiro, hace tres años. Claro, con más tiempo libre, la taekwondista declarada Personalidad Destacada por la FIT (Federación Internacional de Taekwondo) cumplió con un pedido que le habían hecho dos profesores: visitar a un grupo de chicos que practicaban el arte marcial en un barrio carenciado de Gregorio de Laferrère, donde ellos enseñaban gratis.

"El día que fui, me encontré con más de 40 alumnos que practicaban con toda la garra, sin dobok, sobre un piso de carpeta que les lijaba los pies y en un club que se venía abajo", recuerda Garelik. La actitud de esos niños la conmovió a tal punto que hizo lo imposible para mejorarles las condiciones de la práctica.

"Creé el grupo de Facebook "Taekwondo Solidario", pedí ayuda por ahí y la gente reaccionó increíblemente. Tanto, que junté 120 doboks usados y 90 nuevos", explica. Como le sobraron equipos, empezó a buscar otros comedores donde enseñar de manera gratuita, para poder repartirlos.

Hoy su ayuda se extiende a más de una decena de ONGs distribuidas por distintas parte del Conurbano bonaerense (Quilmes, Melchor Romero, Florencia Varela, Alejandro Korn, Lobos y Avellaneda) y el interior del país (Entre Ríos, Santiago del Estero y Santa Fe), en las que participan más de 200 chicos.

Patricia Garelik y sus alumnos de distintas edades en plena clase, sobre el piso de goma encastrable del predio.
Patricia Garelik y sus alumnos de distintas edades en plena clase, sobre el piso de goma encastrable del predio.

–Patricia, ¿qué te genera dar una mano a partir del Taekwondo?

Estoy convencida de que el deporte puede ayudar a las personas a realizarse, a creer en sí mismas y a luchar por sus sueños. El Taekwondo es especial por el valor educativo que tiene: el saber defenderse tiene particular incidencia en la formación del carácter y el fortalecimiento de la autoestima de los chicos, que aprenden a decir "No" en situaciones adversas, como el bullying, las drogas o los abusos.

–Pero además sirve para incorporar hábitos…

–Exacto. Es decir: si desde pequeños les enseñás a llegar puntuales a la práctica, venir con el dobok limpio y arreglado, cuando sean más grandes todo eso les va a ser útil. Por ejemplo, a la hora de presentarse a una entrevista de trabajo.

–¿Cómo responden los chicos?

–Increíblemente bien. De ellos siempre recibo mucho más de lo que doy: son súper cariñosos y tienen ganas de aprender. Lo más lindo es ver y sentirme parte de su evolución. Son esponjas que absorben todo lo que les enseño.

Patricia y Angélica. De la mano de Angélica, presidenta de la Fundación DAMI, y de la multipremiada taekwondista, cerca de quince chicos practican Taekwondo y más de 140 reciben almuerzo, merienda y apoyo escolar.
Patricia y Angélica. De la mano de Angélica, presidenta de la Fundación DAMI, y de la multipremiada taekwondista, cerca de quince chicos practican Taekwondo y más de 140 reciben almuerzo, merienda y apoyo escolar.

–¿Existe alguna posibilidad de mejorar la realidad de estos niños a través del deporte?

–Estoy convencida de que practicar Taekwondo puede ayudarlos a cambiar su destino. Más allá de las condiciones en las que hayan venido a este mundo, ésta es una forma de ganar confianza y superarse. El mensaje que intento dejarles es que practiquen, que con perseverancia y dedicación pueden lograr lo que se propongan. El que abandona no tiene premio. Hay que seguir adelante, ¡siempre!

–Imagino que no todo será color de rosa. ¿Qué es lo que más te cuesta al trabajar con fundaciones carenciadas?

–Muchas veces, la situación social nos lleva a involucrarnos con muchas otras cuestiones que no tienen que ver con la práctica del Taekwondo, como conseguir comida o ropa de abrigo. Lógicamente, lo hacemos por cariño y sensibilidad con la situación.

–¿Un sueño a futuro?

–El mismo del creador del Taekwondo, el general coreano Choi-Hong-Hi: "Un mundo mejor y más pacífico". Para eso trabajo todos los días de mi vida.

Por Flor Illbele. Fotos: Julio César Ruíz.

Cómo ayudar: A través del grupo de Facebook "Taekwon-do Solidario" o vía WhatsApp al 11-4068-5313. Necesitan indumentaria de artes marciales, guantes de boxeo, zapatillas, equipos de práctica, piso de goma encastrable y bolsas de box. También buscan profesores que quieran dar clases ad honorem y alimentos para los más de diez comedores donde dan clases.

 

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