Jimena Cyrulnik habla sobre la belleza después de los 40, la anorexia y el bullying mediático

Como todos los años, repitió el ritual: fue con su familia a Bariloche para esquiar en el Cerro Catedral, donde recordó que a los 26 vivió su mayor época de rebeldía y excesos, de la que sólo pudo salir con ayuda de la espiritualidad y los afectos. Hace trece años que está en pareja, cría dos hijos y le gustaría tener una nena.

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Jimena Cyrulnik en Bariloche
Jimena Cyrulnik en Bariloche

"Fuimos con la familia a Bariloche por quince días, para esquiar en el Cerro Catedral, un lujo que tratamos de darnos todos los años. Lucas (Kirby, 45) es fanático, y a Calder (9) lo llevamos desde los tres: ¡ya baja la montaña como un profesional! Tyron (4) por ahora sólo quiere comer chocolate y pasear en la aerosilla. Todavía no se enganchó con las pistas. Ahora viajamos tres familias: ¡éramos 16 amigos, para todos lados juntos! Fue como estar viviendo en un Gran Hermano familiar", cuenta Jimena Cyrulnik (41), quien reconoce que en la actualidad le anda poniendo bastante energía a Xyrus, su marca de trajes de baño sexy para cuerpos reales.

Jimena Cyrulnik, Lucas Kirby y su hijo Calder
Jimena Cyrulnik, Lucas Kirby y su hijo Calder

–Vos sufriste trastornos alimentarios. ¿Cómo se te ocurrió hacer una línea de trajes de baño, donde lo que más se muestra es el cuerpo?

–Yo sufrí el infierno de la anorexia, y siempre supe que si hacía algo con la moda debía ser inclusivo. Para mí hoy ser linda es ser fuerte, y ésa es la belleza verdadera.

–¿A qué te referís cuando decís que hacés trajes de baño para mujeres con cuerpos reales?

–A que ningún cuerpo es igual a otro. Yo no quiero que exista una sola mujer que por algún complejo con su cuerpo no disfrute de un día de playa.

–¿Te preocupa la imagen que te devuelve el espejo cuando te parás frente a él?

–No, porque hoy para mí tener un buen cuerpo es estar y sentirte saludable de adentro hacia afuera, con buena alimentación, ejercicio y muchísima espiritualidad. Latrilogía cuerpo-mente-espíritu– te hace imbatible. A mí eso me salvó.

Jimena Cyrulnik, Lucas Kirby y su hijo Calder en la nieve
Jimena Cyrulnik, Lucas Kirby y su hijo Calder en la nieve

–¿Alguna vez te hicieron bullying?

–A los 26 tuve mi época de rebeldía y excesos; vivía de noche, con todo lo que ello implica. Y luego, cuando me aferré a lo espiritual, sufrí bullying mediático. Para salir adelante debí hacer un cambio interno y externo.

–¿Cómo se puede seguir siendo sexy después de los 40, y no morir en el intento?

La madurez me hizo entender que la belleza tiene que ver más con la actitud. Siempre que me caí me volví a levantar. Mis marcas de la vida son mi aprendizaje y eso me hace sexy. No existe mujer que con gimnasia, dieta y algún tratamiento no pueda estar hermosa. Yo me empecé a cuidar después de los 30: entreno mucho, como sano, equilibrado y sumo tratamientos para que me brille la piel –a veces con el doctor Damián Rosenberg y otras con Fernando Felice–. Lo mejor es hacerte láser cada dos años. Eso te ilumina y te renueva mucho la piel. También la fibrina, que es como el plasma pero más concentrado.

Jimena Cyrulnik y Lucas Kirby van a esquiar cada año con amigos
Jimena Cyrulnik y Lucas Kirby van a esquiar cada año con amigos

–¿Cómo educás a tus hijos con las comidas?

–Soy muy equilibrada con su alimentación. En casa se come carne tres veces por semana y dos pollo; siempre hay verduras y frutas, y los fines de semana los dejo que coman las porquerías que quieran.

Por Pablo Procopio.
Fotos: Lucas Kirby y álbum familiar.

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