Un nigeriano en Buenos Aires: "Messi es el mejor del mundo, pero esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa"

FELIX ORODE. El futbolista –de Lagos, la capital de su país, y radicado en la Argentina en 2009– hace su análisis de cara al partido entre Nigeria y nuestra selección, que el 26 de junio cierra la etapa clasificatoria. “Va a a ser un Mundial muy difícil: hay grandes jugadores”, afirma. Además, su historia de amor con Yasmín, su mujer desde 2012 y madre de sus hijos Salvador y Simona.

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En el bar Esquina Homero Manzi, Orode luce la camiseta de su país en Brasil 2014, junto a su esposa y sus chicos.
En el bar Esquina Homero Manzi, Orode luce la camiseta de su país en Brasil 2014, junto a su esposa y sus chicos.

Llegó a la Argentina de la mano del fútbol. Oriundo de Lagos, la populosa capital de Nigeria que cuenta con 23 millones de habitantes, Félix Orode (27) siempre soñó con ser un jugador de elite. Pero su padre –un ex futbolista sin suerte– no estaba de acuerdo con que él y sus hermanos siguieran sus pasos con la pelota.

"Quería que estudiáramos", explica hoy Félix. Cuando cumplió cinco años, su papá falleció y su hermano mayor, Vincent, se transformó en su referente. "El me sumergió en el universo futbolístico. Me regaló mis primeros botines, me acompañaba a los entrenamientos y me alentó en los partidos", rememora con nostalgia.

Nigeria debutó en una Copa del Mundo en 1994 y llegó a octavos de final. El martes 26 de junio nos enfrentará a las 15 en San Petersburgo.
Nigeria debutó en una Copa del Mundo en 1994 y llegó a octavos de final. El martes 26 de junio nos enfrentará a las 15 en San Petersburgo.

Por eso, cuando en 2007 lo convocaron para el seleccionado Sub 20 de Nigeria, sintió que tocaba el cielo con las manos. Ese fue sólo el comienzo. En enero de 2009 fichó para el Lleida de España y a los pocos meses le ofrecieron pasar a San Lorenzo de Almagro.

"Al principio no quería saber nada. Aparte de sentirme cómodo en Cataluña, para mí Argentina era otro mundo. Recuerdo que hablaba con mi mamá y le decía: '¡Tengo que cruzar todo el mapa para llegar a Buenos Aires!'. Además, en ese momento, con 18 años, era menor de edad. Al final mi representante me convenció y mamá me firmó una autorización para viajar".

Cuando debutó en el Sub 20 de Nigeria.
Cuando debutó en el Sub 20 de Nigeria.

–¿Qué recordás de tus comienzos acá?

–Me la pasaba mirando películas y partidos de fútbol en el hotel. No podía ni salir a comprar un chocolate, porque no sabía una palabra de castellano. A los quince días fui a hablar con Diego Simeone (DT del Ciclón entre 2009 y 2010) y le dije: "Quiero volver a mi país". El Cholo trató de calmarme. Con la ayuda de un traductor empecé a acercarme a mis compañeros y a sentirme más cómodo. Una vez que comencé a salir con Yas (Yasmín Viglino, de 33), automáticamente mejoré la pronunciación y el habla (risas).

–¿Cómo se conocieron?

–(Yasmín interrumpe) Te lo voy a contar yo, porque él siempre lo resume demasiado… En 2010, en el cumpleaños de un amigo en común. Yo sabía que él jugaba en San Lorenzo, porque toda mi familia es hincha del club y siempre íbamos a la cancha. Me agregó a Facebook y empezamos a chatear, pero la comunicación era complicadísima: él hablaba en inglés y yo entendía muy poco. Insistió durante seis meses: me llamaba por teléfono y yo no le contestaba. Al final nos terminamos haciendo amigos, y en 2011 nos pusimos de novios. En 2012 nos casamos por Civil. Al año nació Salvador y, en 2016, Simona.

Con su mamá Mary durante su último viaje a Nigeria, en 2017.
Con su mamá Mary durante su último viaje a Nigeria, en 2017.

–¿Ya viajaron juntos a Nigeria?

–No. De hecho, desde que llegué acá sólo pude volver dos veces. En 2011 y en 2017, gracias al aporte de mis compañeros de Sportivo Barracas (equipo en el que jugó entre 2016 y mediados de 2017), que hicieron una colecta para pagarme el pasaje.

–¡Qué lindo gesto!

–Sí. Era un grupo increíble. Me acuerdo que un día vino el técnico y me preguntó cuándo había sido mi última vez en Nigeria. "Hace como cinco años", le contesté. No quería hablar demasiado, porque me ponía mal: extrañaba horrores. Unos días más tarde me comentó que había una sorpresa para mí. "¿Qué es?", le pregunté. "Un pasaje para Nigeria", me respondió. Pensé que era un chiste, hasta que entré al vestuario y mis compañeros empezaron a aplaudir y vinieron a abrazarme. No podía creerlo: que un equipo de la C hiciera semejante sacrificio para que yo pudiera ver a mi familia…

–¿Cómo fue el reencuentro con tu madre y tus hermanos?

–Muy emotivo. Quise darle una sorpresa a mi mamá, así que me aparecí en la puerta de la casa sin decirle nada. Casi se muere: me abrazaba, saltaba… Me quedé doce días. Cuando llegó la hora de volver, no quería que me fuera. "¿Por qué no llamás a tu técnico y le pedís extender el pasaje?", me decía.

Junto a sus hermanos Vincent y Prince y sus sobrinos, los melli Jason y Javis.
Junto a sus hermanos Vincent y Prince y sus sobrinos, los melli Jason y Javis.
 
 
El 31 de agosto de 2012, Félix y su mujer se casaron en el Registro Civil de la calle Uruguay.
El 31 de agosto de 2012, Félix y su mujer se casaron en el Registro Civil de la calle Uruguay.

–Hablemos del Mundial. ¿Quién creés que va a ganar en Rusia 2018?

–Va a ser un Mundial muy difícil. Hay muy buenos jugadores, como Messi, que es el mejor del mundo y que cuando está en la cancha les da a los partidos un condimento especial. ¡Y encima lo tenemos que enfrentar en la primera ronda! Pero esto es fútbol y puede pasar cualquier cosa.

–¿Te hubiera gustado que te convocaran para formar parte del seleccionado de tu país?

–¿A quién no? Después de viajar a Nigeria en 2017 me hice más conocido y varios clubes de fútbol empezaron a seguir mis pasos. Tal vez para la Copa del 2022 me convoquen y defienda los colores de mi país. Sería un gran orgullo.

–¿Por quién vas a hinchar el martes 26 de junio?

–Por Nigeria, obviamente. Igual, te voy a decir una cosa: a esta altura, me siento más argentino que nigeriano (risas). Y claro, aunque vamos a mirar el partido los cuatro juntos, como somos familia no nos vamos a gritar los goles entre nosotros (carcajada).

Por Flor Illbele. Fotos: Julio César Ruiz y álbum familiar.

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