Fue a fines de los Sesenta. El profesor de Zoología de Joan Manuel Serrat le pidió que viajara 350 kilómetros, de su trabajo a la universidad, para hacer efectuar los prácticos de su material y seguir avanzando en la carrera de Ciencias Biológicas. Frente a tal situación, el catalán decidió plantearse continuar su carrera o dedicarse de lleno a la música. Así lo cuenta él en GENTE:
–Yo trabajaba en el Centro Pirenaico de Biología Experimental de Jaca. Hasta que un día el Dr. Gadea, un excelente profesor de Zoología, me exigió bajar a Barcelona por unos prácticos. Ante la imposibilidad de convencerlo de lo contrario, me vi en la obligación de decidir entre la carrera y la música. Años después me lo crucé en una fiesta de disfraces del jardín de infantes de mis hijas. Lo abordé: "Le agradezco. De no haber sido por usted, hoy sería profesor en un instituto de enseñanza media". Bueno, o monja (risas), porque en mi curso había ocho mujeres y cinco monjas, aparte de seis varones…
–Es decir que ahora mismo podríamos estar hablando con el profesor Serrat…
–Cuidado, tampoco sé si hubiese sido docente. Además de un camino profesional, siempre pretendí encontrar un camino profesional satisfactorio para mi alma.
por Leonardo Ibáñez
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