Junto al mar y mimando a sus nietos, los otros asuntos pasan a segundo plano. Nada importa más. Ni las alegrías por el éxito de Midachi Kindon en el Roxy-Radio, ni los dolores de cabeza que le trae su tambo en Sunchales, su pueblo natal de Santa Fe, debido a la grave crisis del sector lácteo.
Darío Elder Volpato (el Chino, claro está) no cambia por nada sus tardes de playa en familia. A los 56, el menor de los Midachi (Miguel y Dady le llevan cuatro años) es inmensamente feliz junto a Mirta, su mujer, cuidando a Benjamín Weber (dos años, el nene de su hija mayor, Gabina, ahijada de Dady) y a Tiziano Volpato (un año, hijo menor de Julián, quien es vestuarista y asistente del Chino en sus shows, además de cantante).
"No me imaginaba que ser abuelo fuera tan hermoso", confiesa el Chino. "Es una sensación muy especial y diferente, que se vive con orgullo y sin presiones. Por desgracia, con las giras uno no puede disfrutarlos mucho. Pero ahora que estamos juntos en Mar del Plata, con Mirta sentimos que ya tenemos todo".
Por Ana van Gelderen.
Fotos: Diego García.
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