Dicen que cuando una persona quiere realmente lograr algo, el Universo entero conspira para permitirle concretar su sueño. Lola Ponce (35) puede dar testimonio de eso. No recuerda la fecha exacta, pero sí la intensidad de su deseo: quería presentarse en el Arsht Center de Miami.
"Siempre admiré ese lugar", le comentó a su marido, el galán mexicano Aarón Díaz (35), mientras pasaban frente al reconocido complejo teatral, camino al jardín de infantes de sus hijas Erin (4) y Regina (3).
Un par de horas más tarde, recibió un mensaje del músico y productor Emilio Estefan: le proponía cantar junto a la Miami Symphony Orchestra (MISO). ¿Dónde? ¡En el Arsht Center!
“Fue realmente mágico. La vida coopera con tus sueños cuando vivís con amor y gratitud”, reflexiona.
UNA NOCHE INOLVIDABLE. La cita fue el domingo 12 de noviembre. Sin embargo, sus seguidores en Instagram –más de un millón– palpitaban desde antes lo que sería el debut de Lola con la Sinfónica. "Rehearsal con esta divina orquesta. Muy emocionada", escribía la diva al pie de un video, donde se la ve llegando a la Universidad Internacional de Florida (FIU), sede de los ensayos.
Finalmente, ante unas tres mil personas –entre ellas su familia y amigos–, la cantante hizo vibrar al público con su voz, interpretando sus canciones favoritas: Caruso, El día que me quieras y Cheek to cheek.
Unos días más tarde, en plena grabación de su nuevo disco, comparte sus sensaciones y vivencias de aquella noche. "Jamás voy a olvidar esta experiencia: cien músicos dando lo mejor de sí y un maestro increíble como Eduardo Marturet, repleto de talento y humildad", dice.
–¿Seguís sintiendo nervios antes de cada función?
–Me agarran unas palpitaciones en los instantes previos a entrar a escena. Después, ya me siento como en casa. Lo que sí tengo son cábalas. Por ejemplo, llamo por teléfono a mis padres (que siguen viviendo en Rosario, donde nació Lola). También me aseguro de subir al escenario con el pie derecho.
–Tu marido e hijas te alentaban desde la platea. Su apoyo es fundamental para tu carrera, ¿no?
–Absolutamente. Erin y Regina se preparan conmigo en el backstage, ven los shows y después quieren salir a saludar al público (risas). Lo disfrutan mucho y yo no puedo estar más feliz. Con Aarón son iguales: aman ir a los sets de grabación y que las filmen. De hecho, ya hicieron su primer comercial para AT&T Telefonía US, y muy pronto van a cantar en un concierto, con un coro de niños.
–¿Vas a cantar en el Vaticano, verdad?
–¡Sí! Gracias a nuestro papa Francisco, el Concierto de Navidad regresa a la Sala Nervi. Para que te des una idea, desde la época de Juan Pablo II no se utilizaba el lugar para ese tipo de eventos. Será un show de beneficencia, del cual estoy muy agradecida de participar. Navidad es mi fecha preferida del año. No importa dónde esté: regreso a la mesa de mi mamá para celebrar con mi familia. Es un momento de reflexión, de dulzura y vida. n
Por Flor Illbele. Fotos: Tato Gómez y Robert Andai.
(Agradecimientos: Laundry, Leo Pizzo, Le Silla, Perry Ellis, Monnalisa, Philipp Plein, Primopianotv Florida Inc.y Stuart Weitzman.)
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