Las charlas con Martiniano Molina (intendente de Quilmes por Cambiamos) y su mujer, la periodista Ileana Luetic, siempre incluyen alguna anécdota divertida. ¿Cómo se enteraron de que iban a ser papás? "La señora leyó mal el Evatest. Por eso, al principio descartamos la posibilidad del embarazo", cuenta entre risas el intendente de Quilmes.
Ella lo mira, y mientras se toca la panza de 31 semanas, intenta justificar su acto fallido: "¡A veces los nervios juegan en contra!".
La escena –explican a dúo– se remonta a principios de mayo. Ileana estaba muy descompuesta, y como no contemplaba la chance del bebé, decidió hacerse unos estudios. "Arranqué con una ecografía para descartar que fuera un problema en el estómago. Mientras me hacía la eco, el médico me mira y me dice: 'Acá se está formando una nueva vida. Vos estás embarazada'. Enseguida me largué a llorar. Volví a casa y se lo conté a Marti. Lloramos, nos abrazamos, todo junto…", rememora la rosarina.
–¿Lo estaban buscando hace mucho?
Ileana: El deseo estaba. Pero bueno, siempre es una sorpresa tener la noticia de que un nuevo ser llega a este mundo.
–¿Saben el sexo?
Martiniano: ¡Es un varoncito! Estamos chochos.
–¿Quiénes fueron los primeros en enterarse?
I: Violeta y Federica. En realidad, Fede fue la primera en darse cuenta. Había modificado algunos comportamientos… De hecho, las maestras del Jardín y algunos familiares me preguntaban: "¿No estarás embarazada?". Ahora está feliz. Lo primero que hace a la mañana es saludar a la panza. Y, antes de irse a dormir, viene a hablar con su hermano. Le cuenta todo lo que van a hacer cuando él nazca, cómo van a jugar y todo lo que ella le va a enseñar.
–Y vos, Martiniano, ¿cómo es tu vínculo con la panza?
M: No tan intenso como cuando Ile estaba embarazada de Fede: ahí estaba todo el día encima. Podía hacerlo, porque pasaba más tiempo en casa. Ahora es más complicado pero, cuando estoy, trato de conectar con el bebé. Ella me pone la mano en la panza y siento cómo patea. Es muy emocionante.
–¿Ya eligieron nombre?
M: Hay un par dando vueltas, pero no definimos y tampoco queremos adelantarnos, para no generar expectativas en los más cercanos. Lo único que puedo anticipar es que no se va a llamar Martiniano (risas).
–¿Cómo describirías a Ileana en el rol de madre?
–Es muy relajada, cuidadosa y respetuosa. Además, excelente compañera. Desde que fui electo intendente de Quilmes paso muy pocas horas en casa y ella es un gran apoyo. A veces viene a visitarme a la Municipalidad; cuando hago recorridas me acompaña. Yo se lo agradezco: no sé dónde estaría hoy si no fuera por la incondicionalidad de mi familia.
–¿Tus hijas no te reclaman que estés más con ellas?
(N. de la R.: Ileana se adelanta a responder). Marti dispone de pocos momentos para compartir con las nenas, pero la calidad de ese tiempo es excelente. El vínculo que tiene con sus dos hijas es increíble. Hay una relación fluida, de confianza, respeto y cercanía. Es un gran padre.
M: Ojalá todos los políticos pudiéramos tener más ratos libres para compartir con nuestras familias. Es tan importante lo que hacemos como lo que vivimos puertas adentro. A mí me encantaría estar más con mis hijas… Pero bueno, hay que salir a poner el cuerpo. La gente espera mucho de nosotros.
–Martín Insaurralde fue papá hace poco. ¿Hay un baby boom entre los intendentes del conurbano?
M: Jaja… Le mandé un mensaje felicitándolo. Me puso muy contento la noticia, porque es un buen pibe. Más allá de las cuestiones políticas –es un tipo con mucha experiencia, pero juega en otro espacio–, sé que tiene buenas intenciones.
–Para cerrar: ¿piensan tener más hijos?
I: Quisiera decirte que sí, pero no somos de planificar tanto las cosas. El destino dirá cuándo y cómo.
Por Flor Illbele.
Fotos: Mariano Oscar.
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