Doctor Stamboulian: "Los casos de hantavirus superan la media: podemos hablar de un brote epidémico"

El prestigioso infectólogo que trabajó en el brote de 1996 en El Bolsón advierte: “No hay vacunas para el hantavirus: tenemos que profundizar las precauciones”. Qué papel juega la ausencia del Ministerio de Salud –hoy Secretaria– y qué cuidados tener.

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El infectólogo habló con GENTE en su despacho de la calle French.
El infectólogo habló con GENTE en su despacho de la calle French.

Hay una fecha clave en esta historia: 24 de noviembre de 2018. Ese día se celebró una fiesta de cumpleaños en Epuyén. Allí se rompe el huevo de la serpiente. O, al menos, está el inicio de una cadena que comienza a sumar eslabones.

Un peón llega al festejo contagiado del virus Hanta: lo adquirió mientras limpiaba un galpón. Entonces empieza a propagarse un brote que hoy adquiere características de epidemia. Lamentablemente, la jovencita que celebraba sus catorce años fue una de las víctimas fatales. Y los infectados siguieron cayendo como fichas de dominó.

Dos semanas después, las autoridades del hospital de Epuyén informaron que ya habían atendido a 84 pacientes. A mediados de diciembre, confirmaron seis casos de hantavirus y dos las muertes. Pero a esta altura de enero la epidemia ya cruzó las fronteras de Chubut y Río Negro (subió hasta Buenos Aires y Santa Fe), los infectados se cuentan por decenas y ya son 14 los muertos a nivel nacional. El último caso se registró en la últimas horas en Lobos y ya llegan a 7 los infectados en la provincia.

"¿Lo más extraño de esta versión del virus? Existen muchos casos transmitidos de persona a persona", explica el prestigioso infectólogo Daniel Stamboulian (81), egresado de la UBA, especializado en Infectología en la Universidad del Sur de California y con casi seis décadas de experiencia. Aunque, el master sobre hantavirus lo cursó hace 18 años, con el primer gran brote que se vio en Río Negro: "En 1996 hubo un brote de hantavirus en El Bolsón, que fue muy importante porque no teníamos experiencia en el tema. Desde la Fundación invitamos a expertos de los Estados Unidos para analizar el problema en conjunto. Entonces, aprendimos que se trata de una infección viral que produce problemas respiratorios en las personas afectadas y que nos lleva a una mortalidad del 30 al 50 por ciento", explica Stamboulian en su despacho de la Fundación Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI ).

Stamboulian trabajó en la epidemia de hantavirus que sufrió El Bolsón en el 96.
Stamboulian trabajó en la epidemia de hantavirus que sufrió El Bolsón en el 96.

–¿Ya se puede hablar de epidemia?

–Sí, cuando se supera la media hay que hablar de brote epidémico. Salvo en el 96, cuando fue lo de El Bolsón y Bariloche, no habíamos tenidos una situación de estas características.

–Dicen que el virus fue mutando. ¿Cuáles serían las características que definen al brote que comenzó en Epuyén?

–No estábamos acostumbrados a tantos casos transmitidos de persona a persona como se dieron esta vez. Por eso pusieron en cuarentena a todos los que estuvieron en la famosa fiesta. Y por eso también se recomendó que la gente no visitara el lugar.

–¿Por qué ocurre esto?

–En esta época del año, los roedores colilargos que contagian el virus tienen una población muy grande, que invade y contamina distintos lugares. El lapso crítico es de noviembre a marzo. Es importante destacar la trascendencia que tiene no entrar a galpones ni lugares cerrados sin ventilarlos previamente, y limpiar los pisos.

–¿Cuáles son las zonas de mayor riesgo?

–El alerta es para todo el país, con mayor énfasis en el Norte, en la provincia de Buenos Aires y en el Sur. En el '96 también analizamos casos en Jujuy y en Orán, Salta, donde se confundía con la leptospirosis.

–¿Qué pasa con los roedores de las plazas o los que se encuentran cerca de los ríos?

–Los colilargos pueden aparecer en cualquier lugar. Por eso uno tiene que evitar el contacto con esos roedores. El virus es muy sensible a la luz solar, así que en los lugares abiertos o soleados no hay problema. El peligro llega cuando uno aspira en un lugar cerrado la materia fecal o la orina del animal.

Las claves del virus.
Las claves del virus.

–¿Cómo se combate el hantavirus?

–Actualmente no hay un tratamiento específico. Sin embargo, existen estudios experimentales en hámsteres con el virus en el período de incubación (infectados pero antes de que se declare la enfermedad) tratados con un antiviral llamado Ribavirina, que evolucionan muy bien.

–Se hace hincapié en el diagnóstico temprano. Sin embargo, existen muy pocos laboratorios habilitados para hacer los análisis.

–En este momento los están haciendo en el Malbrán y en el hospital Muñiz. Y se está evaluando la posibilidad de realizar las pruebas de PCR (un método de laboratorio específico para saber si uno está o no infectado) para diagnosticar el virus en Esquel y repetirlo cada cuatro días. Sería con el soporte del Malbrán y replicarían lo que hicieron con los hámsteres. Esa podría ser una línea para que los infectados no lleguen a enfermarse. Pero es fundamental el diagnóstico temprano y el envío a un centro de cuidados intensivos con experiencia.

–¿Algún centro de salud cuenta con esa experiencia en Buenos Aires?

–Hay muchos centros: el Otamendi, el del hospital Italiano es muy bueno y el Muñiz, que tiene práctica en el tratamiento de estos casos. En el brote del '96 trasladaron a muchos afectados a la Fundación Favaloro, que maneja muy bien a pacientes con distrés respiratorio.

–Este brote epidémico coincide con la baja de categoría del Ministerio de Salud. ¿Influyó eso?

–No, para nada. La Secretaría de Salud, con el doctor Adolfo Rubinstein, ha estado en el Sur y trabaja muy bien. La diferencia entre secretaría y ministerio no es muy grande. Los profesionales que están encarando la situación están bien abocados a eso. Nosotros mandamos a Chubut a Silvia Robilotti y a Silvia Villa, que forman parte de nuestro equipo, para extremar todas las medidas de esterilización de los lugares en los que podría haber brotes.

–¿Cómo se puede prevenir que la situación no se repita en noviembre de este 2019?

–Vacuna no hay, así que lo más importante es la prevención. La manera de controlar la infección en esta época es ventilando bien las áreas y limpiando bien los pisos con diez por ciento de lavandina. Y los que van de campamento, que no duerman en el piso y que las carpas estén ventiladas y al sol. Prevenir es fundamental.

Por Julián Zocchi
Fotos Alejandro Carra

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