La larga espera llegó a su fin y Ash of Gods: Redemption arribará a consolas el 31 de enero del 2020. Cuando se lanzó la versión para PC del juego de rol y estrategia, el 23 de marzo del 2018, el público confiaba en que ese mismo año llegaría la adaptación para las demás máquinas. Pero el anuncio no llegó y la espera se fue dilatando hasta que ayer Buka Entertainment y Ravenscourt, responsables del desarrollo del videojuego, anunciaron la ansiada fecha. Además, hay expectativas que en un futuro lleguen versiones para dispositivos tanto iOS como Android. Hace un tiempo, el título confirmó que también habrá una versión en formato físico del juego.
Ash of Gods es un juego de rol con un sistema de combate por turnos. La historia tiene una constante evolución con diversas situaciones que afectan notablemente al desarrollo de la historia. Las buenas críticas entre los jugadores de PC giran alrededor de la clásica narrativa de rol, la excelente banda sonora creada por Adam Skoruba y Krzysztof Wierzynkiewicz (responsables también de la música de The Witcher 3 y Painkiller, entre otros) y un sutil estilo artístico. El modo de jugador-contra-jugador en línea resultó también un gran atractivo para los usuarios.
La trama presenta una interesante complejidad en la que ninguno de los personajes del juego está a salvo de la muerte. Cada partida es completamente diferente ya que el juego se desarrolla dependiendo de cada decisión del jugador. Ash of Gods: Redemption combina los géneros de la novela visual, el rol y la estrategia online por turnos con una mezcla de combate táctico, arte fino, música maravillosa y una atrapante historia que se desarrolla a través del diálogo y la interacción. La experiencia visual y auditiva para los jugadores es uno de los puntos más altos del juego.
AurumDust (Moscú) es el estudio indie detrás de este título financiado a través de KickStarter, y que comenzó su periplo durante el 2016. El guión corre por cuenta del escritor ruso Sergey Malitsky, autor de fantasía oscura que adapta para Ash of Gods la trilogía homónima, escrita por él mismo entre 2011 y 2012. A nivel de guión se percibe, en todo momento, que hay una serie de novelas detrás. Las tensiones sociopolíticas no son ajenas a la historia y cobran relevancia en la trama. El racismo y el machismo reinan en un mundo en el que un pequeño grupo de poderosos gobierna con despotismo a una gran población oprimida.
Una de las facetas más interesantes del juego es que ningún personaje representa la clásica pureza del héroe del cuento épico, los matices hacen más auténticos y humanos tanto a los protagonistas como a los compañeros y enemigos. Sin embargo todos comparten un objetivo en común al que cada uno intenta arribar por sus propios medios: la supervivencia. Está claro así que durante el transcurso del juego deberán tomarse decisiones moralmente incómodas. El pragmatismo a la hora de tomar esas determinaciones es vital: la vida de los propios protagonistas, dependerá de muchas de estas decisiones.
Otra decisión acertada y que resalta es la narración en segunda persona, al estilo de una partida de rol de tablero, ya que crea un clima propio de los clásicos juegos de rol. Para completar la ambientación medieval del título, los textos tienen un estilo literario arcaico, y el formato coloquial en los diálogos suma naturalidad a las interacciones. A través de un cúmulo de reglas poco complacientes se transluce la brutalidad de un universo en el que no existen los héroes impolutos, sino diferentes personajes con sus propios bemoles. Cualquier semejanza con la realidad no es una mera coincidencia.