Kilmar Ábrego, migrante devuelto desde megacárcel en El Salvador, se declara no culpable de tráfico de personas

El proceso penal avanza en medio de cuestionamientos al manejo de las expulsiones migratorias, tensiones políticas persistentes y acusaciones federales que han generado un amplio debate jurídico sobre los límites del sistema migratorio estadounidense

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El proceso se desarrolla en
El proceso se desarrolla en un tribunal federal del estado de Tennessee, con atención mediática creciente. (Murray Osorio PLLC via AP)

Kilmar Ábrego García, un migrante salvadoreño que fue erróneamente deportado a El Salvador y posteriormente devuelto a Estados Unidos por mandato de la Corte Suprema, se declaró no culpable el viernes de cargos federales por tráfico humano y conspiración. El acusado compareció ante la jueza magistrada Barbara Holmes en una corte federal de Tennessee, donde su defensa aseguró haber revisado la acusación formal y que el imputado comprendía los cargos en su contra antes de entrar el alegato.

La comparecencia judicial representa un nuevo capítulo en un caso que ha captado atención nacional, al situarse en el centro del debate sobre las políticas migratorias de línea dura impulsadas por el gobierno federal. Los abogados de Ábrego García aseguraron que el proceso judicial que enfrenta su cliente ha estado marcado por irregularidades, comenzando por su deportación a un país al que no debía haber sido enviado.

Ábrego García fue deportado abruptamente en marzo pese a que una orden judicial previa de 2019 impedía su traslado a El Salvador. Su familia presentó una demanda contra el gobierno federal, alegando violaciones al debido proceso, lo que llevó a la intervención del máximo tribunal estadounidense, que instruyó a la administración a “facilitar” su retorno al país para enfrentar cargos.

El caso judicial se origina en una detención de tráfico en 2022, según documentos oficiales

Las acusaciones federales contra Kilmar Ábrego García se derivan de un control vehicular realizado en 2022, de acuerdo con documentos judiciales. Las autoridades sostienen que el salvadoreño participó en una red de transporte de migrantes indocumentados dentro del territorio estadounidense, y lo acusan de colaborar con otros en la organización de estos traslados ilegales.

El Departamento de Justicia presentó formalmente los cargos en su contra el pasado 21 de mayo, generando interrogantes sobre el momento exacto en que se llevó a cabo la investigación y la convocatoria del gran jurado. A pesar de que el caso ha sido catalogado como una prioridad federal, su tramitación ha estado rodeada de incertidumbre procedimental, según se desprende de los escritos judiciales.

Durante la audiencia del viernes, la defensa solicitó la liberación de su cliente mientras se desarrolla el juicio, argumentando que el gobierno no ha presentado pruebas convincentes de que Ábrego García represente un riesgo de fuga o una amenaza para la comunidad. “Lo único que solicita el señor Ábrego García es aquello que se le ha negado durante meses: el debido proceso”, afirmaron sus abogados en una moción registrada el miércoles anterior.

El caso ha sido señalado
El caso ha sido señalado como ejemplo del impacto de las políticas migratorias en curso. (Familia Ábrego García/Distribuida vía REUTERS)

Defensa niega cualquier vínculo con la pandilla MS-13 y califica de infundadas las acusaciones

Uno de los elementos más controvertidos del caso es la alegación de que el acusado sería integrante de la pandilla criminal MS-13, una de las más violentas de origen centroamericano. Sin embargo, la defensa legal de Kilmar ha rechazado rotundamente esa clasificación, sosteniendo que se basa exclusivamente en los dichos de un informante confidencial cuya credibilidad consideran cuestionable.

Según los documentos presentados ante el tribunal, el informante indicó que el imputado pertenecía a una célula de la organización en Nueva York, una afirmación que, según los abogados, carece de fundamento, dado que su cliente nunca ha vivido en ese estado. “No hay elementos que sustenten que el señor Ábrego García ha tenido participación sistemática en actividades de esta índole”, sostuvieron en su escrito.

Los fiscales federales, por su parte, refutaron los planteamientos de la defensa en un documento separado, advirtiendo que el acusado tendría “enormes razones para huir” si no es retenido bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés). Para el gobierno, la gravedad de los cargos y la posibilidad de una condena severa justifican su detención preventiva.

El fallo de la Corte Suprema y la presión sobre la administración del gobierno federal por su política migratoria

La deportación inicial de Ábrego García a El Salvador ocurrió en marzo, cuando aún estaba pendiente una resolución judicial. En 2019, un juez de inmigración había dictado que el migrante podía ser expulsado del país, pero no al territorio salvadoreño, debido a riesgos documentados que enfrentaría en su país natal. Pese a ese fallo, agentes federales procedieron con la deportación, lo que llevó a que su familia interpusiera una demanda por violaciones constitucionales.

La Corte Suprema intervino en el caso y ordenó a la administración facilitar el retorno del migrante, quien fue reingresado a Estados Unidos la semana pasada. Inmediatamente a su regreso, fue trasladado al estado de Tennessee para enfrentar el proceso penal.

La causa se ha convertido en un símbolo dentro de la disputa nacional sobre las políticas migratorias del gobierno federal. Fox News reportó que el caso de Ábrego García ha sido utilizado tanto por críticos como por defensores de las restricciones migratorias para ilustrar los límites —y posibles excesos— del sistema actual.

La causa judicial ha reavivado
La causa judicial ha reavivado discusiones sobre el debido proceso y el tratamiento a migrantes en EEUU. (REUTERS/Ken Cedeno/File Photo)

Un juicio con implicaciones más allá de las fronteras del tribunal

La evolución del caso no sólo determinará el futuro personal de Kilmar Ábrego García, sino que también podría sentar precedente sobre cómo deben manejarse deportaciones erróneas en el marco de los derechos constitucionales. Mientras la defensa se apoya en argumentos de debido proceso y cuestiona las bases fácticas de las acusaciones, la fiscalía insiste en que se trata de un individuo involucrado en actividades delictivas graves.

El tribunal aún no ha resuelto la solicitud de libertad bajo fianza. De momento, Ábrego García permanecerá bajo custodia federal mientras se define el calendario judicial.