Estados Unidos reveló las primeras imágenes de su nuevo bombardero furtivo nuclear B-21 Raider

Se trata del primer avión de este nuevo estilo en 30 años con el que el Pentágono busca enfrentar las amenazas de los tiempos que corren, como las de China y Rusia

Compartir
Compartir articulo
Imagen de un bombardero B-2 que, proximamente, será reemplazado por el Raider B-21 (REUTERS)
Imagen de un bombardero B-2 que, proximamente, será reemplazado por el Raider B-21 (REUTERS)

La Fuerza Aérea de Estados Unidos dio a conocer por primera vez una imagen de su nuevo bombardero furtivo nuclear, el B-21 Raider. Washington había anunciado la compra de este nuevo estilo de avión el pasado 2 de diciembre en las instalaciones de Northrop Grumman, en California, pero no se había accedido a una visual clara de esta nave de sexta generación.

La imágen difundida este martes fue tomada el 28 de noviembre -dos días antes de la presentación- y muestra al bombardero desde un punto más elevado y otra de más cerca, donde se pueden apreciar detalles.

En primer lugar, la forma en planta de la nave sugiere que, muy probablemente, no se trate de un ala de flecha acordada como en el caso del modelo X-47B, tal como se creyó en un primer momento. A su vez, aunque las nuevas entradas parecen tener una sección frontal pequeña, éstas son -en realidad- más grandes de lo que se pensaba.

Por otro lado, el avión lleva la insignia de prueba de vuelo de Northrop Grumman estilizada en la parte superior del ala derecha, cerca de la punta, mientras que en la izquierda se encuentra el círculo de la Fuerza Aérea (USAF).

Primera imagen difundida del B-21 de Estados Unidos (Foto de la Fuerza Aérea de EEUU)
Primera imagen difundida del B-21 de Estados Unidos (Foto de la Fuerza Aérea de EEUU)

También se ven algunos paneles en el área de escape de la aeronave pero aún no hay certezas sobre ésto ya que las góndolas de motor combinadas no están visibles en la fotografía.

La segunda imagen proporciona una toma más cerrada de la fotografía que muestra el perfil en “pico de halcón”. Según expertos, desde un ángulo 3/4 luce bastante similar a un B-2.

A estas nuevas especificaciones se suman algunas características más generales del bombardeo, que se habían podido identificar durante su anuncio. Entre ellas destacan su tren de aterrizaje principal (MLG) de dos ruedas y un color gris claro similar al RQ-180.

En tanto, las puertas del MLG tienen bordes dentados aunque no son trapezoides y la puerta del tren de morro está dentada y del lado derecho, en vez de estar unida a la pata del tren.

Por último, al igual que el Spirit, tiene un nuevo parabrisas de cuatro piezas aunque con las ventanas laterales más arqueadas y estrechas que las del frente.

Una segunda toma de la fotografía permite apreciar más detalles que lo diferencian de modelos anteriores (Foto de la Fuerza Aérea de EEUU)
Una segunda toma de la fotografía permite apreciar más detalles que lo diferencian de modelos anteriores (Foto de la Fuerza Aérea de EEUU)

El anuncio de este bombardero forma parte de los esfuerzos del Pentágono por modernizar las tres ramas de su triada nuclear, entre los que figuran misiles balísticos nucleares lanzados desde silos y ojivas lanzadas desde submarinos.

Con este proyecto, Washington busca mejorar su arsenal para hacer frente a las amenazas de los tiempos que corren, principalmente por parte de Rusia y China, que han demostrado un aumento en su capacidad de combate.

“Necesitábamos un nuevo bombardero para el siglo XXI que nos permitiera enfrentar amenazas mucho más complicadas, como las amenazas que tememos enfrentar algún día de China o Rusia”, había declarado en ese sentido la secretaria de la Fuerza Aérea, Deborah Lee James, cuando se informaron por primera vez los planes de compra de este avión.

“El B-21 tiene más capacidad de supervivencia y puede enfrentarse a amenazas mucho más difíciles”, remarcó.

La nueva nave de EEUU busca hacer frente a las crecientes amenazas de Rusia y China, que están sumando armas a su arsenal (Europa Press)
La nueva nave de EEUU busca hacer frente a las crecientes amenazas de Rusia y China, que están sumando armas a su arsenal (Europa Press)

China va en camino a alcanzar las 1.500 armas nucleares para 2035 por lo que, sus logros hipersónicos, la guerra cibernética y sus capacidades espaciales, entre otras, representan “el desafío sistémico más importante para la seguridad nacional de Estados Unidos y el sistema internacional libre y abierto,”, comentó a finales de año el Pentágono en un reporte anual sobre el gigante asiático.

Seguir leyendo: