El Inter de Milán es uno de los equipos más laureados del continente europeo, y no solo por sus amplios triunfos nacionales en Italia. Su paso por la mejor competición de clubes, la Champions League, también destaca en su palmarés: ha levantado tres veces la orejona. Por ello, jugadores de gran calibre han pasado por sus filas, como son los casos de Andrea Pirlo, leyenda del fútbol italiano, y Ronaldo Nazario, icono mundial del fútbol considerado como el mejor 9 jamás visto sobre el verde.
Junto a ellos, destaca otro futbolista que se consolidó como una fuerte promesa de la Serie A y en la selección azzurra: Fabio Macellari. El exfutbolista era una de las joyas emergentes en aquel entonces, con un potencial con el que se frotaban las manos los del Giuseppe Meazza. Sin embargo, nada terminó por salir como se esperaba, y el futbolista cayó en un declive que empeoró por una adicción las drogas, como ha publicado el medio deportivo italiano I Love Palermo Calcio.
Todo cambió en un año que él tenía marcado
En uno de sus mejores momentos futbolísticos, el Inter de Milán fija su objetivo en él como refuerzo para su banda. Tras ese seguimiento, el club decidió afrontar su fichaje y traerlo a Milán para darle un salto exponencial a su carrera. En el equipo coincidió con jugadores de renombre como Ronaldo o Pirlo, pero de nada sirvió esa influencia para destacar y hacerse un hueco en la plantilla: un año después dejó el club.
Sin embargo, durante su etapa en la ciudad de Milán consiguió ingresar una buena suma de dinero, que decidió invertir en propiedades, donde se hizo con 10 apartamentos tras su inversión en inmuebles. “¿Y si hubiera ahorrado algo antes de caer en la cocaína? Sí, Virgen mía, ya tenía diez apartamentos“, lamenta en Fanpage. A pesar de tener altos ingresos, ser joven y aspirar a convertirse en una promesa del fútbol italiano, perdió su oportunidad. “Desperdicié dinero y carrera con ciertas actitudes. Si pudiera volver el tiempo atrás, las cambiaría”, explica en Live-Non è la D’Urso.
Lejos de ese despilfarro económico, lo peor llegó con su entrada en el mundo de las drogas, que fue el punto definitivo para acabar de tirar por la borda su vida. “Pasar a las drogas fue de un momento a otro”, se sincera el italiano. Tras ello, se vio arruinado y sin nada, aunque poco a poco logró su readaptación, pero lejos del fútbol.
La nueva vida tras su caída a los infiernos
Una vez arruinada su carrera futbolística y sin un euro en su bolsillo por sus adicciones, el exjugador tuvo que sufrir para poder salir adelante. Su vida dio un giro de 180 grados, que le supuso tener que dedicarse a otras labores que jamás habría imaginado antes: panadero, camarero o albañil, última profesión conocida hasta hace unos años. Ahora, tras pasar a la madurez, sigue su lamento de “tirar todo lo que tenía a la basura” por su mala gestión en sus primeras etapas como futbolista.