Así era Luis I ‘el bienamado’ del que habla la serie ‘La vida breve’ en Movistar+: fiestero y desafortunado en el amor

Los excesos, una salud frágil y los traumas personales marcaron la corta vida del monarca, que falleció a los 17 años, después de estar siete meses en el cargo

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Javier Gutiérrez y Leonor Watling
Javier Gutiérrez y Leonor Watling en 'La vida breve'

La literatura y las artes escénicas, en muchas ocasiones, nos ofrecen reinterpretaciones de los sucesos históricos. Algunos tienen la finalidad de intentar asemejarse a los hechos objetivos. Sin embargo, otros emplean estas figuras relevantes para tratar otros temas como el humor o, incluso, la ficción.

La vida breve es una serie que se estrenó el jueves en la plataforma Movistar plus. En esta, nos cuentan la historia de Luis I, mezclando acontecimientos históricos con un humor e irreverencia.

Este reinó siete meses antes de su muerte, a los 17 años, por lo que recibió el apodo de El breve, que le da nombre a la serie. Y es que su corta vida no fue sencilla, teniendo que soportar el temprano fallecimiento de su madre, las depresiones de su padre y los desequilibrios de su esposa.

Tras la abdicación de su padre Felipe V para optar al trono de Francia, Luis tuvo que lidiar con la labor de ser el monarca del país. Pese a esto, su padre siguió controlando el gobierno a través de un gabinete que creó para asesorarle.

¿Cómo era Luis I?

Según afirma el duque de Saint-Simon, “tenía la inteligencia de un niño, la curiosidad de un adolescente y las pasiones de un hombre”. Era un experto en el arte de agradar a la gente, ganándose el apodo de El bienamado.

En su niñez, según explica EFE, se relacionó con los hijos de los criados, lo que le hizo saber como era la vida de los ciudadanos de a pie y las expresiones que se usaban en la calle.

Tráiler oficial de 'La vida breve'.

Sin embargo, creció entre la tristeza y la timidez. Su estado de salud era paupérrimo. De hecho, se rumoreaba que Isabel de Farnesio, segunda mujer de su padre, le maltrataba.

Pese a ser débil y algo enclenque, adquirió habilidades como resistencia o agilidad gracias a que empezó a practicar deporte. Salir de caza con su padre, equitación o bailar eran sus actividades favoritas.

A los quince años, le casaron con su tía segunda, Luisa Isabel de Orleans. Pero su mujer empezaría a dar síntomas de padecer un trastorno límite de la personalidad. En aquel entonces, no se conocía tan a fondo este espectro.

No obstante, según el doctor César Fernández-Ruiz, padecía esquizofrenia, que se acentuó por su alcoholismo. Su comportamiento excéntrico y su exhibicionismo avergonzaban a la corte.

Pero la conducta de Luis tampoco era admirable. Las constantes ausencias para disfrutar del ocio nocturno o su carácter infantil demostraban que Luis no estaba preparado para afrontar el cargo.

‘La vida breve’, de Cristóbal
‘La vida breve’, de Cristóbal Garrido y Alfonso Valor (Movistar Plus+)

Jugar con la pelota o cazar eran actividades prioritarias para él, dejando de lado, en ocasiones, las obligaciones. Sin embargo, pese a ser apodado como el bienamado, su relación amorosa fue nefasta.

El 19 de agosto de 1724, el rey enfermó de viruela, muriendo en el acto. Su esposa, pese a que él la había encerrado un mes antes, le cuidó hasta la muerte. Ella también se contagió de la enfermedad, aunque en su caso se pudo recuperar.