Toledo, 17 feb (EFECOM).- Cerca de un centenar de trabajadores de la extinta Caja de Castilla-La Mancha (CCM) de Cuenca no descarta acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para reclamar la devolución del dinero que prestaron hace dos décadas y que les prometieron cobrar con aportaciones al fondo de pensiones.
En una rueda de prensa este lunes, dos de los trabajadores de la antigua CCM (intervenida por el Banco de España en 2009) han explicado que en año 2003 ingresaron un dinero a la entidad para favorecer su viabilidad y ésta se comprometió a devolverlo a través de aportaciones al fondo de pensiones.
Ese acuerdo denominado "transformación de pensiones" contemplaba que en caso de extinción de la relación laboral, las aportaciones adicionales al fondo de pensiones se seguirían realizando hasta la jubilación ordinaria en la Seguridad Social.
Un compromiso que se refrendó en 2010, tras el expediente de regulación de empleo (ERE) en la entidad, que se reconvirtió en Liberbank y fue absorbida por Unicaja después.
Sin embargo, en el año 2013, en un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE), quedan suspendidas esas aportaciones al plan de pensiones, lo que llevó a los trabajadores a presentar demandas judiciales.
En primera instancia la justicia les dieron la razón y también el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, pero no el Tribunal Supremo, que justifica circunstancias económicas "sobrevenidas" de la entidad, si bien los trabajadores aseguran que según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) tenía beneficios, según los intervinientes.
A este respecto, los trabajadores han explicado que, ahora, Unicaja se ampara en esta sentencia del Tribunal Supremo para no devolver un préstamo concedido, por lo que no han descartado cualquier vía judicial para reclamar si dinero, e incluso acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.
"Unicaja no devuelve lo prestado por sus trabajadores. El Tribunal Supremo no lo ha entendido. Nos vamos a Estrasburgo", reza la pancarta con la que los empleados han comparecido este lunes en Cuenca, junto a un comunicado titulado: "Unicaja, indigna heredera de Liberbank".
Los empleados afectados son unos 120 en la provincia de Cuenca, y calculan que les deben unos 14 millones de euros. EFECOM
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