Antonio Martín
Alicante, 16 feb (EFE).- El cuerpo de élite del Ejército español del Mando de Operaciones Especiales (MOE), popularmente conocidos como los 'boinas verdes', perfeccionan su preparación como paramédicos por el convencimiento de que, a menudo, el destino de los heridos en combate está en manos de la persona que pone el primer vendaje.
Para ello, veinticuatro militares del MOE, que tiene su sede en el acuartelamiento Alférez Rojas Navarrete del alicantino barrio de Rabasa, recibirán un curso intensivo de especialización de 200 horas, de las que 105 serán impartidas por docentes inversitarios de facultades sanitarias de la Universidad Miguel Hernández (UMH) de Elche.
El director del proyecto, Fernando Borrás, ha explicado a EFE que esta iniciativa se enmarca en la cátedra de Simulación Clínica de la Fundación ASISA y que pretende capacitar sobre primeros auxilios, la estabilización de un herido, practicar una transfusión o, incluso, acciones como tratar un neumotórax a tensión.
Para ello y casi como si se tratase de estudiantes de Medicina o Enfermería, los 'boinas verdes' reciben clases de Anatomía y Fisiología con amplias nociones de Farmacología, Dermatología e, incluso, Psiquiatría Pediatría y Ginecología para situaciones de atención de población local ya que a menudo se hallan en lugares del planeta donde no hay un médico en decenas de kilómetros a la redonda.
De esta manera, los militares mejoran su conocimiento y capacitación para afrontar un primer "control de daños" por el disparo, explosión o accidente que sufra un compañero de patrulla en un territorio hostil, según Borràs, quien ha añadido que esta especialización en 'sanitario de combate' va en consonancia con otros cuerpos militares de países aliados de la OTAN.
Los boinas verdes, "los mejores alumnos"
En el caso del MOE, la colaboración con la UMH arrancó en 2019 durante la etapa del general Demetrio Muñoz con un primer curso de 30 horas con vistas a aumentar las garantías de supervivencia de los soldados que, ahora, el actual general de brigada del MOE, Francisco García-Almenta, y su segundo, el coronel Carlos Carlos Gómez Reina, apuestan por intensificar hasta las 200 horas.
Para Borrás, las ganas de aprender de los boinas verdes están "fuera de lo normal" y se han convertido "en los mejores alumnos, seguramente porque saben que les puede ir la vida en ello".
"No he visto nunca alumnos más comprometidos con el aprendizaje porque, como dicen, es muy probable que 'esto que me están enseñando' lo tenga que utilizar con un amigo al que acaban de disparar para", ha recalcado, "salvarle la vida".
Aunque no hay datos concretos de las misiones del MOE, los que también se autodenominan 'guerrilleros' cumplen décadas de trayectoria con alrededor de 200 relevos en puntos del exterior como Afganistán, Líbano, Bosnia, Irak, Mali, Kosovo y la República Centroafricana.
Las patrullas en territorios remotos suelen estar formadas por pocos efectivos y se trata de que, al menos, uno de ellos tenga formación paramédica para la primera atención sanitaria, antes del traslado a un recinto con personal médico especializado.
La formación como paramédicos está amparada en el Real Decreto 230/2017, de 10 de marzo, que permite la atención sanitaria por personal militar no facultativo en escenarios operativos de aislamiento o entorno hostil y en ausencia de personal médico.
El paramédico, un boina verde más
En todo caso, esta formación es adicional a la condición de combatiente del MOE y en las patrullas el paramédico seguirá cubriendo su sector, ya sea de vanguardia o retaguardia, en función de su cometido en la operación y seguirá usando sus destrezas en paracaidismo, buceo, montañismo y tiro de precisión, entre otras.
Será uno más en un escenario de reacción armada ante posibles emboscadas o en acciones de cobertura y protección a personas, y sólo cobrará protagonismo al proponer soluciones en caso de bajas o evacuación de un herido.
Con unos 900 soldados, el MOE tiene presencia presencia permanente en Líbano e Irak y también cumple misiones breves de seguridad cooperativa a petición del país interesado en otros lugares del planeta, en los últimos años en varios del Magreb y del Sahel como Túnez, Mauritania y Senegal.
Son expertos en operaciones que, por su alta especialización, no pueden ser desarrolladas por otras unidades como el rescate de rehenes, reconocimientos, localización y neutralización de objetivos o extracción segura de civiles de zonas de conflicto, como ocurrió en Afganistán. La edad media de los boinas verdes es de 34 años, 12 de ellos en el Ejército y los 7 últimos en este cuerpo especialista.EFE
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