Logroño, 15 feb (EFE).- El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha rechazado este sábado que las comunidades autónomas sean "sucursales de los mandamases de Madrid, ni del PSOE ni del PP", en relación a la propuesta de las autonomías populares de bajar impuestos para amortiguar el pago del IRPF entre los perceptores del salario mínimo interprofesional (SMI).
García-Page ha hecho estas declaraciones en Logroño, donde ha asistido al XVI Congreso del PSOE de La Rioja, en el que participará este sábado el secretario general de los socialistas y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Antes de asistir al acto de apertura de este congreso, durante el que se proclamará a Javier García como secretario general de los socialistas riojanos, su homólogo en Castilla-La Mancha ha recalcado que él no es "una sucursal de Ferraz y menos aún de Génova".
Ha agregado que no sabe si los presidentes del PP quieren ser unos "unos delegados de la calle Génova", porque ese es un papel que no responde a la atribución que confiere la Constitución en 1978 a las comunidades autónomas.
Después de las últimas elecciones municipales -ha añadido- en el 90 por ciento de los ayuntamientos que empezó a gobernar el PP en Castilla-La Mancha habían prometido bajar el IBI, y lo han subido.
Por otro lado, ha aludido a la comparecencia este jueves en el Congreso de los Diputados de uno de los terroristas yihadistas condenado por los atentados de Cataluña en 2017 y ha considerado "bastante humillante" tener que "ceder por los caprichos de (Carles) Puigdemont".
En este sentido, ha reconocido que le cansa y da tristeza "ver este espectáculo lamentable" y tener "sometido a todo un sistema de éxito democrático, como es el español, por los caprichos de un delincuente, que, encima, es una persona que se maneja por el odio al resto de los españoles y todo aquel que no le baila el agua".
García-Page ha insistido en que es "insultante" que un terrorista condenado pueda ir, "a reírse a la cara de los diputados", por lo que representa.
"No podemos acostumbrarnos a que aquí puede ya pasar cualquier cosa y que todo vale, porque eso sí que destroza la convivencia democrática", ha subrayado.
Respecto a la petición de Junts a los socialistas de que "no miren hacia otro lado" en relación a la comparecencia del yihadista, ha dicho que "lo de Junts es una cosa paranormal, tendría ser algo de análisis".
"El problema no lo tienen en Junts, que en su desquicio pueden hacer lo que quieran. El único problema es de los que les hacen caso. Como comprenderán, el problema no está en Cataluña, está en Madrid", ha concluido. EFE
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