El Campeonato de Europa de Ciclismo en Ruta 2025, que se disputa del 1 al 5 de octubre en las regiones francesas de Drôme y Adrèche, supone una nueva prueba de fuego para las opciones españolas. Aunque la atención mediática suele recaer sobre la carrera élite masculina del domingo, España llega con aspiraciones en varias categorías (especialmente femeninas y júnior) gracias a sus jóvenes valores y a éxitos recientes en campeonatos mundiales
A lo largo del Europeo se pondrán en juego 14 maillots, con pruebas de contrarreloj, relevos mixtos y ruta en las categorías élite, sub-23 y júnior. El bloque español ha sido confeccionado con miras a obtener presencia en los finales decisivos, combinando ciclistas experimentados con jóvenes promesas.
Promesas con historial mundialista
El caso más destacado es el de Paula Ostiz, cuyo progreso meteórico le otorga al equipo español una base fiable para buscar medallas. En los recientes Campeonatos del Mundo en Kigali (Ruanda), Ostiz conquistó el oro en la prueba en línea júnior, imponiéndose en el sprint final a sus rivales de Italia y Suiza. Además, ya había logrado la plata en la contrarreloj júnior (18,3 km) en ese mismo mundial. Ese éxito le permite entrar en la historia como la primera mujer española que se corona campeona del mundo en ruta en cualquier categoría.
Pero Ostiz no es la única con voz propia, Paula Blasi firmó también podio en el mundial sub-23 con un bronce que refuerza las opciones femeninas españolas en futuras pruebas europeas. Ambos resultados, el oro de Ostiz y el bronce de Blasi, plasman el buen momento del ciclismo femenino español, que ya consiguió hasta cuatro medallas en ese mundial, todas femeninas. Además, Ostiz ya era campeona de Europa júnior de contarreloj antes de su coronación mundialista, título que ha vuelto a revalidar en este Europeo. Esta mezcla de palmarés mundial y continental la convierte en la baza más sólida del equipo femenino español para estos Europeos.
Respecto a la delegación masculina, aspira a brillar con un bloque de corredores bien estructurado. España presenta ocho ciclistas en la prueba élite masculina: Juan Ayuso, claramente la referencia, acompañado por Roger Adrià, Igor Arrieta, Abel Balderstone, Markel Beloki, Urko Berrade, Juanpe López, Cristian Rodríguez e Iván Romero. Ayuso ha sido señalado como el gran objetivo nacional por su capacidad de adaptarse en recorridos exigentes.
En la contrarreloj individual (24 kilómetros para la élite), España también participará con corredores como Abel Balderstone, con el reto de pelear frente a especialistas como Remco Evenepoel, uno de los grandes favoritos. Aunque el circuito es corto, este tipo de pruebas pueden marcar diferencias incluso dentro de la propia selección.
La prueba reina masculina del domingo
La jornada decisiva será el domingo 5 de octubre con la carrera en ruta élite masculina, la prueba más importante del campeonato. El recorrido consta de 202,5 kilómetros y acumula un desnivel cercano a los 3.300-3.400 metros, en un trazado con repechos constantes y circuitos exigentes.
El inicio se dará en Privas, con una salida favorable de 47 kilómetros, para luego afrontar tres vueltas del circuito largo (35 km), que incluye la subida a Saint-Romain-de-Lerps (6,8 km al 7,3%). Tras ese bloque, se regresará al circuito más corto de 17 km por tres vueltas adicionales, cada uno con el duro ascenso al Val d’Enfer (1,7 km al 9,3%). El recorrido es ideal para selecciones agresivas que sepan romper el pelotón en los tramos exigentes.
Los grandes nombres que protagonizarán la carrera ya se citan como rivales obligados, destacando a Pogacar, reciente campeón mundial, Evenepoel o Vingegaard. España afronta esta batalla con la esperanza de que Ayuso y compañía logren mantenerse con los favoritos en las partes duras y atacar en descensos o repechos finales.
El Europeo de ciclismo ofrece para España un doble foco de interés: la consolidación del ciclismo femenino con figuras como Paula Ostiz y Paula Blasi, que llegan con credenciales mundiales, y la oportunidad de competir en la élite masculina con un equipo joven pero ambicioso. Si bien la victoria será esquiva, el objetivo razonable es colocar a alguno de los españoles en la lucha final y aprovechar posibles selecciones descuidadas o carreras tácticamente rotas.