Un hombre se aloja en un hotel, desayuna, consume productos del minibar y es multado por fumar en la habitación, pero abandona sin pagar 856,50 euros: la Justicia lo condena por estafa

Alojarse en un hotel y consumir los productos de un minibar es siempre, cuanto menos, tentador. Tienes a tu alcance una bebida fresca cuando más sed tienes y la mejor chocolatina cuando te entra ese antojo de dulce. Cuando caemos en la tentación, al pasar por recepción para hacer el check out, hay que dar parte de los productos que hemos cogido. Sin embargo, en el caso de Benedicto, eso no entró entre sus planes y dejó una deuda de 856,50 euros sin pagar.

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Para indagar en el origen de los hechos, nos tenemos que remontar hasta el día de Reyes de 2024. El 6 de enero, el protagonista se registró en el Hotel Art Santander, ubicado en la calle Santa Teresa de Jesús. Durante su estancia, el acusado disfrutó del desayuno ofrecido por el establecimiento y consumió productos del minibar. No obstante, cuando abandonó su habitación el 15 de enero, no saldó la cuenta correspondiente, dejando a pagar una factura de 856,50 euros: 720,14 euros por el alojamiento, desayuno y minibar, y 136,36 euros por una penalización por fumar en la habitación.

A pesar de que el hotel le había reclamado el pago en varias ocasiones, Benedicto ofreció diferentes excusas y presentó una copia de una supuesta transferencia bancaria que presentó una denuncia el 16 de enero de 2024 por el impago de la deuda que nunca se efectuó. Ante su pasividad, el establecimiento.

El juicio, que tuvo lugar en el Juzgado de lo Penal número 3 de Santander, llevó a la condena de Benedicto como autor de un delito de estafa. Durante el proceso, se aceptaron los hechos probados, incluyendo la falta de pago de la factura, el consumo de los servicios del hotel y su huida por la terraza, sin pasar por la recepción ni abonar el importe correspondiente. Además, se confirmó que ya tenía antecedentes penales, lo que fue considerado como una agravante de su condena.

En su defensa, el acusado alegó que no estaba de acuerdo con la cuantía que se le pedía. Aseguró que nunca tuvo intención de estafar al hotel, argumentando que la suma que le reclamaban era incorrecta y que en realidad había realizado un primer pago parcial, lo cual nunca fue demostrado en los documentos. También intentó cuestionar la veracidad de los testimonios presentados por los empleados del hotel, pero sin éxito.

El tribunal desestimó las alegaciones del acusado y ratificó la condena. Benedicto fue condenado a dos años de prisión por estafa, con la agravante de reincidencia, además de una inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el mismo periodo. Asimismo, deberá indemnizar al Hotel Art Santander con la cantidad de 856,50 euros, que incluye tanto la deuda pendiente como los intereses y las costas procesales.

La condena fue confirmada por la Audiencia Provincial de Santander, que también rechazó el recurso de apelación interpuesto por la defensa de Benedicto. La sentencia destaca que no existieron vulneraciones del principio de presunción de inocencia ni errores en la valoración de la prueba. El tribunal sostuvo que la evidencia presentada y los testimonios de los empleados del hotel demostraron que el acusado tenía plena conciencia de la deuda que había contraído, y que su evasión del pago fue un acto deliberado.