Alerta alimentaria por la presencia de trozos de caucho en conservas vegetales vendidas en Andalucía y la Comunidad Valenciana

La AESAN ha emitido este anuncio y ha recomendado a los usuarios que revisen los códigos de los envases y, en caso de coincidencia, los desechen o los devuelvan al punto de compra

Guardar
Espinacas en conserva (Adobe Stock)
Espinacas en conserva (Adobe Stock)

La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) ha emitido una alerta sanitaria tras detectarse la presencia de piezas de caucho en envases de conservas vegetales de la marca HAK, distribuidos en las comunidades autónomas de Andalucía y Comunidad Valenciana. Según informó la AESAN, esta situación fue notificada por los Países Bajos a través de la Red de Alerta Alimentaria Europea (Rasff), tras un control interno realizado por la propia empresa fabricante.

De acuerdo con la información proporcionada, los productos afectados son conservas vegetales en envases de vidrio de 370 ml y 710 ml, correspondientes a los códigos LG262 a LG292, que se encuentran impresos en el reborde de la tapa. Las variedades específicas incluyen col rizada (BoerenKool), espinacas (Spinazie) y espinacas a la crema (Spinazie-met room). La empresa responsable comunicó la incidencia a las autoridades competentes en cumplimiento de la normativa vigente, con el objetivo de evitar la comercialización de alimentos que no cumplan con los estándares de seguridad.

Conservas HAK afectadas por la
Conservas HAK afectadas por la alerta (AESAN)

La AESAN ha recomendado a los consumidores que posean alguno de estos productos en sus hogares que se abstengan de consumirlos. Aunque la presencia de caucho no constituye un alérgeno, su ingesta podría representar un riesgo para la salud. Por ello, se insta a los ciudadanos a revisar los códigos de los envases y, en caso de coincidencia, desecharlos o devolverlos al punto de compra.

¿Qué es el RASFF y por qué es clave en las alertas alimentarias?

La Red de Alerta Alimentaria Europea (RASFF), a través de la cual se comunicó esta incidencia, es un sistema que permite a los países miembros de la Unión Europea compartir información sobre riesgos alimentarios en tiempo real. Este mecanismo facilita la coordinación entre las autoridades nacionales y europeas para tomar medidas rápidas y efectivas frente a posibles amenazas a la salud pública. En este caso, los Países Bajos fueron los encargados de dar la voz de alarma tras el hallazgo de fragmentos de caucho en las conservas HAK.

El hecho de que se inicie un expediente de alerta alimentaria, a nivel nacional o europeo, que proceda de esta vía de información, no significa que los productos implicados hayan llegado al consumidor, explica, sin embargo, la AESAN. Incluso si esos alimentos ya han iniciado su proceso de comercialización dentro de la cadena alimentaria en España. Por eso, no todos los expedientes notificados en la red europea -RASFF - son objeto de comunicación a la población española.

La razón del lanzamiento de una alerta de este tipo es que empresas y autoridades competentes han identificado determinados productos no seguros, y ya trabajan a contrarreloj para retirarlos, evitando en última instancia que sean puestos a disposición de la población.

A pesar del rápido funcionamiento de la red de alerta alimentaria, los productos alertados pueden llegar hasta la población y, en esa circunstancia, se activan nuevos mecanismos para informar de manera efectiva a toda la población y evitar que esos productos concretos sean consumidos en los hogares.