Una mujer con cáncer en estadio cuatro detalla los síntomas iniciales a los que no prestó atención: “Pensé que eran mis alergías”

El cáncer es una de las enfermedades más mortales de la actualidad. La falta de una cura definitiva y los tardíos diagnósticos hacen que esta patología sea complicada de combatir. Por esa razón, la labor de prevención es imprescindible para poder detectar a tiempo el problema y ponerle remedio a tiempo. Una de las formas es acudir frecuentemente a revisiones médicas que garanticen nuestro estado de salud. Sin embargo, otra de gran importancia es prestar atención a los signos que nuestro cuerpo nos envía cuando algo no va como debería.

El organismo es un sistema complejo, es capaz de hacer cosas increíbles para la ciencia, pero de manera sencilla, como cuando avisa de que sufre problemas internos. En este sentido, Taylor Deanne Roy, una mujer inglesa de 32 años, ha querido hablar sobre su experiencia con el cáncer y cómo no hizo caso de los primeros síntomas, a los que ella no prestó atención, como publica en un vídeo el medio británico Daily Mail.

Tras ser diagnosticada con un cáncer en un estadio cuatro —lo que indica que tiene metástasis—, la paciente oncológica ha querido ayudar a los demás para que eviten los mismos errores que cometió en su momento.

La primera de las advertencias es estar cansado constantemente durante el transcurso del día, al margen del tiempo de descanso que se haya tenido durante la noche. “Da igual cuánto duermas y lo que descanses”, explica la mujer. “Pensaba que estaba perezosa”, añade.

Otra de las sugerencias a tener en cuenta es hacer pequeñas labores, ya sea en casa o en la calle, y que se sienta una fatiga que no se corresponde con la actividad realizada. “Las tareas sencillas me dejaban sin aliento”, explica la joven. “Pensaba que estaba fuera de forma”, complementa. En ese sentido, andar unos metros o coger un poco de peso estarían dentro de este ámbito.

En último lugar, el síntoma final que destaca en el vídeo es el de tener incomodidades con la piel en forma de picores que no cesan. “Picazones en todos lados”, describe la paciente. “Pensé que eran mis alergias”, recuerda que creyó en su momento, de forma equivocada.

Aunque sea una enfermedad imprevisible, es cierto que hay ciertas acciones y recomendaciones que ayudan a alejarse de la posibilidad de tener la enfermedad. Al hilo de ello, el Center for Disease Control and Prevention ha lanzado una serie de pautas que se aconsejan seguir para reducir riesgos.

Según esta institución, hay tres claves que son de gran ayuda. La primera de ellas reside en las pruebas de detección de cáncer, que ayudan a diagnosticar la enfermedad en estados primarios o, incluso, ayudan a estar prevenidos ante ciertos indicios que permiten actuar antes de la aparición. Además, el vacunarse contra el VPH y la hepatitis B también ayuda a reducir los riesgos. Añadido a esto, como es lógico, tener una vida sana, con una dieta equilibrada y ejercicio con regularidad es muy aconsejable.