El bulo del tiroteo en la Complutense era en realidad una ciberestafa: dos detenidos por robar datos de los estudiantes

El tiroteo que amedrentó a miles de estudiantes de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) era en realidad una estafa. La Policía Nacional ha detenido a dos jóvenes acusados de difundir el bulo sobre un ataque con armas de fuego en varias facultades del centro universitario. Según han podido corroborar los investigadores, el objetivo de los arrestados era aprovechar el temor de los estudiantes para hacerse con sus datos personales y, posteriormente, utilizarlos para cometer ciberestafas, según ha informado la Jefatura Superior de Policía de Madrid.

Los hechos ocurrieron a principios del pasado mes de noviembre. Varias personas se infiltraron en grupos de Whatsapp de estudiantes para lanzar amenazas sobre un supuesto ataque con armas de fuego en la UCM, el cual también difundieron en redes sociales. Llegaron a publicar fotografías de armas y munición. El rumor se fue expandiendo por la comunidad universitaria y hasta 6.000 alumnos, atemorizados, no acudieron a clase el día 6 de noviembre, cuando supuestamente iba a ocurrir el tiroteo.

Además, según comunicaron a la UCM varios alumnos, un individuo “en estado de confusión mental y embriaguez” increpó a los estudiantes del Doble Grado de Filosofía y Derecho durante una fiesta que se celebró el 31 de octubre. Este hombre les habría advertido de que no asistiesen a clase el día 6 porque se iba a perpetrar un tiroteo.

Dos días antes, el Rectorado de la universidad se dirigió a la comunidad estudiantil para “transmitir tranquilidad”, en un correo electrónico en el que aseguraban que la UCM trabajaba junto con la Policía Nacional en la investigación. Además, aseguraron haber tomado medidas “para garantizar la seguridad en el campus” de Ciudad Universitaria.

La Complutense puso los hechos en conocimiento de la Policía Nacional, que inició las pesquisas. Los responsables de las amenazas aprovecharon el temor generalizado para poner en marcha su plan, que en primer lugar consistía en enviar mensajes amenazantes acompañados de fotografías de armas de fuego y diversa munición. Además, llegaron a intimidar a los estudiantes que les recriminaban estos mensajes con cometer actos violentos contra ellos y sus familias.

La finalidad de las amenazas que difundieron los arrestados, según las investigaciones realizadas, era obtener datos personales de la comunidad educativa. Los investigados, con los datos telefónicos de los estudiantes que obtenían en los chats y mediante ingeniería social, contactaban con ellos telefónicamente para obtener sus datos de identidad o incluso fotocopias de los documentos personales. Una vez que obtenían los datos personales, llegaban a abrir cuentas bancarias para cometer estafas y otros delitos relacionados. Las gestiones llevadas a cabo por los investigadores permitieron detectar hasta seis acciones delictivas relacionadas con la apropiación de datos personales en las que cometieron estafas.

Finalmente, los agentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid detuvieron a dos jóvenes por su implicación en los hechos. No obstante, la investigación continua abierta y no se descartan nuevos arrestos.