Kayla Doody, de 29 años, ha explicado al medio británico The Sun cómo comenzó su historia de amor con Erika, de 36 años: se conocieron por el marido de Erika y, aunque Kayla iba a casarse en pocas semanas, se dieron cuenta de que estaban enamoradas y debían romper sus compromisos para poder estar juntas. Estas dos mujeres estadounidenses hicieron caso omiso de las críticas por su infidelidad y comenzaron una relación en la que han encontrado por fin el verdadero amor.
Kayla conoció en la universidad de Houston a Harry (nombre que ha utilizado The Sun para designar a la pareja de Kayla, aunque ha sido cambiado para preservar su identidad) cuando tenía 18 años, en 2013. Ambos eran tímidos, pero se hicieron rápidamente amigos y pertenecieron al mismo grupo. Cinco años después, en 2018, comenzaron a ser pareja. Kayla había tenido toda su vida baja autoestima, por lo que encontrarse con un hombre que la amaba le hizo sentir cómoda, aunque en su interior sabía que no estaba enamorada.
Su relación avanza y en 2021, mientras Kayla trabajaba como entrenadora personal, comenzó a entablar amistad con uno de sus clientes: Dan (su nombre también ha sido modificado). Poco tiempo después, Dan le presentó a Erika, su esposa, y las dos chicas se hicieron mejores amigas: “nos enviábamos mensajes a diarios y salíamos en grupo con nuestras parejas”.
“Por dentro me sentía atrapada”
En febrero de 2023, Harry le pidió matrimonio a Kayla mientras realizaban una excursión en la montaña. Aunque se sentía contenta porque quería a su pareja y había sido elegida, algo que su baja autoestima le hacía creer que era imposible, no se sintió del todo bien con la propuesta: “Sonreía mientras decía “sí”, pero por dentro me sentía atrapada, como si estuviera tratando de sacar lo mejor de las cosas”. Le pidió a Erika, que había ayudado a Harry a planificar la pedida, que fuese su dama de honor.
Un día, Erika le confesó a Kayla que había besado a una mujer y que, al darse cuenta de que era gay, quería divorciarse de Dan. En ese momento, la prometida de Harry también fue consciente de que sentía algo por Erika: “Inmediatamente me puse celosa de esa otra mujer”. Erika y Dan se habían conocido también en la universidad, se habían casado en 2012 y, aunque su relación fue feliz durante años, se fue enamorando de Kayla cuando la conoció. Por tanto, ambas amigas comenzaban a sentir algo por la otra: “Sentí que me estaba conociendo a mí misma por primera vez”, explicó Erika a The Sun sobre el momento en el que besó a aquella mujer.
“Supe que ella era la indicada”
El marido de Erika iba a estar fuera por trabajo varios meses, por lo que Kayla fue a su casa y, mientras veían una película en el sofá, se besaron: “Fue mágico. No me sentía culpable por Harry ni por Dan, lo único que podía pensar era en Erika. Supe que ella era la indicada y que no podía casarme con Harry”. Pese a que la boda estaba cerca, Kayla habló con su prometido y le pidió un tiempo, aunque no le explicó el motivo de sus dudas.
Fue al poco tiempo cuando Kayla le confesó que estaba enamorada de Erika: “Harry se quedó atónito y enojado, pero también parecía desanimado, como si supiera que no tenía sentido intentar salvar nuestra relación. Odiaba lastimarlo, pero al alejarme mi mayor emoción fue el alivio”.
Cuando Dan volvió de su viaje de trabajo, también le explicó a Dan lo ocurrido: “Él estaba devastado, pero aceptó el divorcio”. Una vez ambas rompieron sus compromisos, pudieron estar juntas, pese a que recibieron algunos comentarios negativos por la forma en la que comenzó su relación. Kayla aseguró que, cuando Erika le pidió matrimonio, esta vez sí dijo que “sí” con el corazón. La boda tuvo lugar en abril y ambas aseguran que no se arrepienten: “estábamos destinadas a estar juntas”.