En agosto de 2023, Encarna Aznar, conductora de autobús con más de dos décadas de experiencia, se vio inmersa en una situación inesperada cuando recibió una carta de despido mientras se encontraba de baja médica por ansiedad. Aznar, quien hasta ese momento era la única mujer que conducía una línea de larga distancia en la provincia de Almería, fue despedida de su puesto en una empresa del grupo Alsa por motivos disciplinarios. Según ha informado Antena 3, el despido se basó en dos expedientes en los que se alegaba que había realizado paradas fuera de ruta durante sus trayectos, lo que fue considerado una falta grave por la empresa.
El primer incidente tuvo lugar cuando Aznar detuvo el autobús debido a que se sentía somnolienta mientras conducía. La conductora explicó que tomó esta decisión por motivos de seguridad, tanto para ella como para los pasajeros a bordo. En una entrevista con Antena 3, Aznar detalló que se había sentido muy cansada y, por lo tanto, decidió detener el vehículo durante ocho minutos para despejarse, tomar aire fresco y beber un café antes de continuar su trayecto. Aunque esta acción tenía como objetivo evitar un accidente por fatiga, la empresa no aceptó sus razones y le abrió un expediente disciplinario.
El segundo expediente ocurrió durante un trayecto entre Almería y Valencia, cuando Aznar realizó una parada de 16 minutos. En este caso, la conductora justificó su parada debido a un episodio relacionado con la endometriosis, una enfermedad crónica que afecta a muchas mujeres y que provoca dolores intensos y otros síntomas durante la menstruación, como sangrados abundantes. Aznar explicó que durante el trayecto había sufrido un sangrado y necesitaba detenerse para asearse, tras lo cual continuó el viaje sin más inconvenientes. A pesar de sus explicaciones, la empresa consideró que había infringido las normas y añadió este incidente a su expediente disciplinario.
La relación entre Aznar y su empleador fue tensándose hasta llegar al despido, lo que sorprendió a la conductora, ya que había observado que otros compañeros de trabajo en situaciones similares no habían sido sancionados de la misma manera. En sus declaraciones, Aznar manifestó que creía que su despido podría estar motivado por razones de género, señalando que su situación como la única mujer en su puesto de trabajo pudo haber influido en el trato que recibió por parte de la empresa. Esta percepción la dejó aún más desconcertada y estresada, sumando a su malestar durante el proceso.
Consiguió una indemnización, pero no la nulidad del despido
El caso de Aznar llegó hasta el Juzgado número 2 de lo Social de Almería, donde estaba previsto celebrarse un juicio para resolver la disputa entre la conductora y la empresa. Sin embargo, el juicio no llegó a celebrarse debido a que ambas partes alcanzaron un acuerdo antes de la vista. La empresa reconoció que el despido de Aznar fue improcedente y acordó indemnizarla con una suma de 45.000 euros. Aunque la empresa aceptó la improcedencia del despido, Aznar manifestó su descontento con el resultado del acuerdo, ya que su intención principal era conseguir la nulidad del despido para poder regresar a su puesto de trabajo.
A pesar de haber logrado una compensación económica, Aznar expresó su frustración por no haber sido reinstaurada en su cargo. “Yo hubiera preferido la nulidad del despido y poder volver a mi puesto de trabajo”, afirmó en declaraciones al medio citado. Sin embargo, también reconoció que, dado el contexto, “tal vez sea mejor un mal acuerdo que un mal juicio”.