Uno de los mayores expertos en longevidad avisa: por qué nunca debes seguir consejos de salud de personas que superen los 100 años de vida

Los científicos siguen buscando la clave que explique por qué hay personas que viven más de un siglo

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Imagen de recurso de una persona mayor. (Europa Press)
Imagen de recurso de una persona mayor. (Europa Press)

La eterna búsqueda de la juventud es algo que acompaña a la humanidad desde tiempos inmemorables. En la actualidad, existe un enorme interés científico por entender el proceso de envejecimiento con el fin de ralentizarlo. La muerte de la persona más anciana del mundo, Maria Branyas Morera, a la edad de 117 años, seguro que ha llevado a muchas personas a preguntarse cuál es la clave para vivir tanto tiempo. Sin embargo, son los propios expertos en este ámbito los que recomiendan evitar seguir los consejos de longevidad de los propios centenarios.

Acorde a la página oficial de Guinness World Records, Branyas consideraba que su larga vida se debía al “orden, la tranquilidad, la buena conexión con la familia y los amigos, el contacto con la naturaleza, la estabilidad emocional, la ausencia de preocupaciones y remordimientos, mucha positividad y el distanciamiento de la gente tóxica”.

La comunidad científica sigue investigando

No obstante, Richard Faragher, catedrático de Biogerontología de la Universidad de Brighton, afirma, en declaraciones al medio británico The Guardian, que los científicos siguen intentando comprender por qué algunas personas viven más de un siglo. El experto asegura que existen dos teorías que lo explican y que no son mutuamente excluyentes.

La primera es que, según él, algunos individuos simplemente han contado con el factor suerte a su favor. Es decir, que los centenarios hayan seguido a lo largo de su vida ciertos hábitos, no implica que sean ellos los que han impulsado su longevidad. Faragher lo califica como un error de lógica conocido como “sesgo de supervivencia”. Para comprenderlo, pone un ejemplo. “El mero hecho de haber sobrevivido fumando 60 cigarros al día, no significa que fumar 60 cigarros al día sea bueno para la salud”, explica.

La segunda teoría es que los ancianos tienen las características genéticas específicas que les han permitido vivir más tiempo. Dicho de otra manera, que gracias a su genética se han hecho más fuertes. Sin embargo, el científico comenta que ambas hipótesis llevan a la misma advertencia que es: “no aceptar consejos sobre salud y estilo de vida de un centenario”.

“Muy a menudo, sus dietas son poco saludables”

Enfermera cuidando de una señora mayor (ShutterStock España)
Enfermera cuidando de una señora mayor (ShutterStock España)

El catedrático añade que lo que se ve en la mayoría de las ocasiones -y esto son generalizaciones- es que “no hacen mucho ejercicio”. “Muy a menudo sus dietas son poco saludables”, señalando que algunos longevos son también fumadores. Algo que se contradice con muchas de las pruebas epidemiológicas de las que disponen sobre “cómo prolongar una esperanza de vida sana”. Apunta que un estudio a gran escala reveló que no fumar, hacer ejercicio, beber con moderación y comer cinco raciones de fruta y verdura al día podía aumentar la esperanza de vida hasta 14 años.

“El hecho de que hagan muchas de estas cosas poco saludables y, aun así, sobrevivan significa que, bien tienen suerte, o bien están muy bien dotadas genéticamente”, afirma el biogerontólogo.

Era la propia Branyas la que reconocía que la suerte había jugado un rol clave en su larga vida. Por su parte, su hija Rosa lo atribuyó a la genética en declaraciones a la televisión autonómica catalana en 2023: “Nunca ha ido al hospital, nunca se ha roto ningún hueso, está bien, no le duele nada”.

Las personas son más optimistas porque tienen buena salud

Más allá del factor suerte o de una genética envidiable, Faragher expresa que las posibilidades que se barajan para intentar comprender el porqué de esas alargadas vidas, podrían ser ejemplos de causalidad inversa. Es decir, la idea de que tener una perspectiva mental positiva puede ayudar a vivir mucho podría deberse -al menos en parte- a que las personas son más optimistas porque tienen mejor salud. “¿O cuándo ha sido la última vez que has tenido una actitud mentalmente positiva y te ha dolido una muela?”, lanza.

Las mejoras en la atención sanitaria y la higiene: un factor clave

El profesor David Gems, genetista del University College de Londres, considera que mientras a nivel individual una dosis de suerte podría ayudar a explicar por qué algunas personas viven más de 100 años, hay factores conocidos por todos que pueden ayudar a mejorar la esperanza de vida a nivel poblacional, como las mejoras en atención sanitaria y la higiene.

“Desde hace 100 años hemos observado enormes avances en la esperanza de vida, impulsados por las mejoras en la reducción de la probabilidad que los niños mueran”, afirma David Sinclair, director ejecutivo del Centro Internacional de Longevidad. Algo que se debió, en gran medida, a la introducción de vacunas y agua potable.

Aunque, Sinclair, considera que es preciso comentar que, a pesar de que, muchas veces, se asocie la longevidad a algo positivo, no ponemos de manifiesto que estas personas se enfrentan a retos como vivir solas durante muchos años.

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