“Juerguista, afable y autoritario”: habla el entorno del sacerdote acusado de sedar y abusar de cuatro mujeres

Los feligreses explican que el cura puso en evidencia a su propia madre en una de las primeras misas que ofició en Málaga por no llevar la “ropa apropiada”

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El cura acusado de agredir sexualmente a varias mujeres en Vélez-Málaga.
El cura acusado de agredir sexualmente a varias mujeres en Vélez-Málaga.

Al “padre Fran”, el sacerdote encarcelado en Málaga por abusar sexualmente de al menos cuatro mujeres, le definen sus conocidos como un hombre “muy juerguista, afable” y algo “autoritario”, al que no le importaba “echar la bronca” a las mujeres de su círculo familiar, entre ellas su madre, si llevaban, a su entender, una falda corta o mucho escote.

Según ha explicado a EFE un feligrés, el sacerdote puso en evidencia a su propia madre en una de las primeras misas que ofició en la provincia de Málaga, al recriminarle en público que no llevara la ropa apropiada. La mujer, ha apuntado este vecino, “se quedó muy cortada, con un punto de sumisión y no quiso defenderse”.

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También eran sonadas las fiestas que montaba en su casa de Melilla. Un vecino de allí ha relatado a EFE que en más de una ocasión le recriminó el ruido, las farras y las formas en las que discurrían los días dentro del inmueble. Los vecinos de Málaga recuerdan que el párroco era un hombre “muy inteligente y sociable” y que era aficionado a los toros. Alguna vez lo vieron en el coso de La Malagueta.

Una animada vida social

“Siempre estaba rodeado de gente, incluso con personas que no tenían ninguna vinculación con la Iglesia”, ha indicado un feligrés, que ha destacado que siempre le resultó extraña “la amistad que tuvo con un matrimonio que para nada era religioso”. “No tenían ninguna vinculación con pastorales ni cofradías, pero se fue hasta de viaje con ellos”, añade.

“Le gustaba compaginar su vida social con una cerveza o una copa, pero solo se quedaba si le apetecía. Donde no quería estar, no estaba, se iba inmediatamente. Compromiso con las cosas o la gente, el justo, solo cuando él quería”, ha agregado el feligrés. Con respecto a las misas, “no tenía buena retórica, se notaba que preparaba mucho las homilías, aunque no eran espectaculares”, ha añadido este feligrés, que considera que el sacerdote tenía una voz “horrible, muy aguda”.

En su etapa como vicario en Álora (Málaga) también hizo varias amistades y fue muy comentado cuando dejó esta parroquia para estudiar un máster, ya que en el pueblo se dijo que “tenía un futuro prometedor en la carrera eclesiástica, aunque luego extrañó mucho que lo trasladaran a Melilla”, ha explicado un vecino. Durante una etapa, quiso ser miembro de la congregación religiosa de la Orden Trinitaria. Un religioso ha comentado a EFE que no se le admitió porque no tenía “el carisma” necesario, que podía quizás ser cura, pero no consideraron que sirviera para fraile ni misionero, por lo que no llegó a ser admitido como miembro pleno de la comunidad religiosa.

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Conmoción entre los compañeros

La noticia de la detención del “padre Fran” ha causado gran conmoción entre sus compañeros y uno de sus más allegados ha reconocido a EFE que lo están pasando mal: “Nos ha engañado a todos, parecía encantador, campechano, honesto, con mucha vocación”. El cura, de 34 años y natural de Vélez-Málaga, fue ordenado sacerdote en 2017 y había ejercido como párroco en municipios como Álora, Ardales y Carratraca, todos ellos en Málaga, y, más recientemente, en Melilla.

Antes de ser detenido estaba como párroco sustituto en las iglesias de Nuestra Señora de la Encarnación, en la localidad malagueña de Yunquera, y Santa María de la Encarnación, en El Burgo (Málaga). Aunque no era fecha de cambio ni traslado de sacerdotes, a los feligreses no les extrañó este relevo, ya que el anterior párroco había tenido problemas de salud y lo habían ingresado en un centro, explica un vecino.

Ahora los ayuntamientos de Yunquera y El Burgo han pedido explicaciones al Obispado sobre por qué fue trasladado desde Melilla a sus municipios, fuentes municipales han señalado a EFE que están “muy atentas” por si hubiera alguna mujer afectada en dichas localidades. La Policía continúa examinando todo el material incautado en su actual domicilio de Vélez-Málaga y los agentes no descartan que haya más víctimas en Melilla, Málaga o Córdoba, lugares en los que el arrestado había residido.

Texto elaborado por Montserrat Martínez (EFE)