Cien leyes, duras negociaciones y mucha tensión, balance del primer Gobierno de coalición

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Ruth del Moral

Madrid, 8 jun. La XIV Legislatura, la del primer Gobierno de coalición en España, acaba con un balance de más de un centenar de leyes aprobadas, casi todas ellas con mayorías ajustadas, duras negociaciones y con algunos sonados enfrentamientos entre los dos socios del Ejecutivo.

Entre esas leyes se incluyen tres Presupuestos Generales del Estado (2021-2022-2023), estados de alarma por la pandemia, una reforma laboral -aprobada gracias a un voto erróneo del PP-, más de una docena de decretos de ayudas por la covid, de la erupción del volcán de la Palma, y de la guerra en Ucrania, pasando por la creación de nuevos impuestos, la derogación del delito de sedición, una nueva ley de Vivienda, de Memoria Democrática o la regulación de la Eutanasia, entre otras normas.

Para sacar adelante las 118 leyes, entre orgánicas, ordinarias y reales decretos ley, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha tenido que negociar no solo con Unidas Podemos, sino también con los partidos nacionalistas e independentistas catalanes y vascos que le han sostenido en estos casi cuatro años.

DE LA LEY AUDIOVISUAL A LA DEL SOLO SÍ ES SÍ

No siempre ha habido acuerdo dentro del seno del Ejecutivo; hace un año, en junio de 2022, se produjo la primera división de voto en una norma importante, la Ley Audiovisual, que salió adelante gracias al apoyo del PNV y la abstención del PP. Unidas Podemos no la apoyó, se abstuvo.

Desde entonces han sido varias las ocasiones en las que los socios de la coalición han tenido posiciones enfrentadas, aunque ninguna les ha dejado tan cerca de la ruptura como la última, la reforma de la controvertida ley de garantía integral de la libertad sexual, la ley del solo sí es sí.

Los socialistas impulsaron esa reforma tras la polémica por las numerosas rebajas de condenas a delincuentes sexuales que se decidieron en aplicación de la ley y, ante la negativa del Ministerio de Igualdad, de Unidas Podemos y de varios de sus socios de investidura, tuvieron que apoyarse en el PP para volver a subir las penas de las agresiones sexuales con violencia e intimidación y recuperar las horquillas del Código Penal anterior.

Desde marzo de 2019 y ese lejano primer pleno del Congreso convocado con España confinada y en estado de alarma, los debates por leyes como la de la Vivienda, la que derogó el delito de sedición y reformó el de malversación, la de las pensiones o las nuevas leyes Trans, LGTBI y del bienestar animal, se han producido en un ambiente de creciente crispación parlamentaria.

ESCASA UNANIMIDAD EN EL CONGRESO

Con esa fragmentación en el Gobierno y el Parlamento, no es extraño que en esta legislatura hayan sido pocas las leyes aprobadas por unanimidad, algo que solo se consiguió en los primeros decretos covid y que se fue perdiendo a medida que remitía la pandemia y los partidos endurecían sus posiciones.

Cerca de esa unanimidad estuvieron la supresión del voto rogado para los españoles que viven en el extranjero -aprobada con el apoyo de toda la cámara Baja salvo una abstención del BNG- o la convalidación del decreto de medidas para paliar los daños causados por la borrasca "Filomena", que recabó 339 síes.

En general PP, Vox y Cs han hecho frente común contra lo que han considerado cesiones a los independentistas catalanes y a Bildu, ya que tras los indultos a los presos del procès, llegó a finales de 2022 la derogación del delito de sedición y con ella la voladura del puente que PSOE y PP parecían haber tendido para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

Y es que desde que en marzo de 2021 el Gobierno aprobara en el Congreso su primera ley, la de la eutanasia, apoyada por 202 diputados y con los votos en contra del PP y Vox, los dos grandes partidos han votado casi siempre de forma distinta.

No obstante, ha habido algunas leyes con votos favorables del PP como la ley de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, la de protección de las personas huérfanas víctimas de violencia de género, la de revalorización de las pensiones, la convalidación del decreto de medidas urgentes en materia de retribuciones en el sector público o la ley de prevención del Desperdicio Alimentario.

VOTACIONES AJUSTADAS

Muchas han sido las votaciones ajustadas o que se han acordado "in extremis". Incluso algunas normas se salvaron por error, como la reforma laboral, que iba a ser derogada con los votos sorpresa de los dos diputados de UPN -habían decidido ir en contra de la consigna de la dirección del partido- pero el error en el voto telemático del diputado del PP Alberto Casero la convalidó.

También el decreto de los fondos europeos salió adelante con la abstención de Vox después de que ERC votara en contra junto con el PP y Cs.

Otra votación con suspense (170 síes frente a 169 noes) fue la que reguló la estabilidad de los interinos, y que ERC solo apoyó en el último momento. EFE

rdm/lss