La Mesa por los Cuidados asesora de Igualdad apuesta por la jornada laboral de 30-35 horas

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Madrid, 6 jun. La Mesa asesora por los Cuidados, impulsada por el Ministerio de Igualdad para sentar las bases de un sistema estatal de cuidados, apuesta por caminar hacia una jornada laboral de 30-35 horas semanales sin merma salarial, con horarios flexibles y hasta diez días de permiso remunerados para atender a hijos menores.

Tras año y medio de trabajo, el Instituto de las Mujeres ha publicado el "Documento de bases por los cuidados", un extenso informe realizado a partir de las aportaciones de seis ministerios, organizaciones sociales y expertas del ámbito académico, del movimiento feminista, de la sociedad civil y de ONU Mujeres.

El documento parte de la base de que es necesario un cambio cultural para reconocer el derecho al cuidado y, al mismo tiempo, garantizar los derechos de las personas cuidadoras con una perspectiva feminista.

Apuesta así por un sistema basado en la corresponsabildiad, donde serán clave la educación y las reformas laborales.

JORNADAS MÁS CORTAS Y FLEXIBLES

Los expertos reunidos por Igualdad buscan un mejor reparto de los tiempos de trabajo (remunerado y no remunerado) y consideran requisito necesario, aunque no suficiente, reducir la jornada remunerada para facilitar la crianza de los hijos e impulsar la corresponsabilidad.

Su propuesta es una transición progresiva hacia una jornada máxima de trabajo de 30-35 horas para todas las personas empleadas. El objetivo es priorizar la reducción diaria, pero permitiendo la distribución flexible a lo largo de la semana para atender necesidades de cuidados.

En pos de esa flexibilidad, se plantea también considerar la jornada laboral anual para poder adaptarla según los períodos con más necesidades de cuidados, ofrecer bolsas de horas, impulsar horarios individualizados y posibilitar jornadas comprimidas o intensivas.

EL RETO DE LA CRIANZA Y LA CORRESPONSABILIDAD

Numerosas voces plantean reformar el actual diseño del permiso por nacimiento y cuidado del menor, pero en el informe se reconoce que hay propuestas divergentes.

Hay entidades que plantean reducir de seis a dos semanas el periodo forzoso de disfrute simultáneo del permiso, con lo que el bebé podría permanecer en casa hasta 30 semanas; quienes reclaman que los permisos sean transferibles; y quienes reivindican que las familias monoparentales -encabezadas fundamentalmente por mujeres- puedan disfrutar de un doble permiso, aunque algunos expertos alertan del riesgo de que se vean penalizadas en el mercado laboral.

El documento valora el proyecto de ley de familias, que ha decaído ahora con la convocatoria electoral, y apuesta por ir más allá, por ejemplo con un permiso para cuidadores de diez días por persona al año, remunerado al 100 % de la base reguladora, al que se añada dos días más por criatura a partir del segundo hijo.

El documento apuesta por universalizar la educación de 0 a 3 años con servicios públicos gratuitos y de calidad, impulsar el comedor escolar universal en todos los ciclos de la educación obligatoria y ampliar la oferta de actividades extraescolares gratuitas.

Se reclama además una prestación económica universal para la infancia, que podría sustituir a las actuales deducciones fiscales y que, subrayan los expertos, alinearía a España con la mayoría de los países del entorno, ya que se trata de una política presente ya en 17 países europeos.

Junto a estas medidas, se subraya la necesidad de sincronizar los horarios de administración pública, instituciones educativas, servicios sociosanitarios, actividades culturales, comercios y empresas.

CUIDADOS PERSONALIZADOS ANTE LA DEPENDENCIA

En el caso de los cuidados de larga duración para personas dependientes o enfermos crónicos los expertos diseñan un modelo centrado en la persona, ampliando la red pública de centros de día y residencias y la atención domiciliaria.

Se busca mejorar la calidad de los servicios y del empleo en el sector, en una estrategia que apuesta por la desinstitucionalización y la transición hacia modelos de cuidados en contextos comunitarios y personalizados.

Ello obliga también, apuntan, a desarrollar unidades de rehabilitación sociosanitaria que permitan continuar con los tratamientos tras salir del hospital y regresar a casa.

¿CÓMO FINANCIAR EL SISTEMA?

Entre otras propuestas, el documento plantea establecer un Fondo específico para los Cuidados, que no reste recursos a otras políticas sociales.

A él se destinaría un tanto por ciento de la recaudación de ciertos impuestos, como los impuestos especiales, el impuesto a la renta o el de sociedades.

Los expertos sugieren también la posibilidad de aumentar ingresos con la creación de nuevos impuestos -medioambientales, sobre actividades digitales o sobre beneficios extraordinarios de las empresas- o la eliminación de algunas desgravaciones actuales.

Además de destinar al fondo de los cuidados recursos europeos, piden estudiar la posibilidad de nutrirlo con una cuantía en los aportes a la Seguridad Social, como se hace actualmente con el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa). EFE

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