Protesta de atletas indios por abusos sexuales gana fuerza con el apoyo de los campesinos

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Nueva Delhi, 1 jun. La protesta de los luchadores indios, que se manifiestan desde hace un mes contra los supuestos abusos sexuales que sufrieron por parte del presidente y entrenadores de la Federación de Lucha Libre de la India (WFI), ganó este jueves fuerza al recibir el apoyo de los campesinos, la mayor fuerza trabajadora del país.

"Un representante de la comunidad de los campesinos se reunirá con la presidenta y el Gobierno. Los campesinos y estos luchadores no serán derrotados", dijo uno de los principales líderes de la Unión de Campesinos de la India (BKU), Rakesh Tikait, tras una concurrida asamblea para decidir su estrategia en las protestas de los atletas.

Según Tikait, tomarán pronto una decisión, que puede llegar mañana durante una nueva asamblea que celebrarán en el estado de Haryana, anexo a la capital india donde se desarrollan las manifestaciones de los deportistas de élite.

Tikait fue el rostro más visible del victorioso pulso que mantuvieron durante un año los agricultores contra el Gobierno indio, entre noviembre de 2020 y de 2021, para reclamar la derogación de una reforma agraria que, a su juicio, favorecía a las grandes corporaciones.

Un año y medio después de que lograran que el primer ministro indio, Narendra Modi, anunciase la retirada de las tres controvertidas leyes en el foco de sus críticas, la mayor fuerza trabajadora de la India se ha unido a los luchadores en sus protestas.

En concreto, los deportistas reclaman justicia por los abusos sexuales y el hostigamiento que sufrieron varias de sus compañeras durante años por parte del presidente de la WFI, Brijbhushan Sharan Singh y algunos entrenadores.

Este escándalo ha salpicado al Gobierno indio puesto que Singh ejerce como parlamentario regional del gobernante Bharatiya Janata Party (BJP), la misma formación a la que se enfrentaron los campesinos durante sus manifestaciones.

Sin embargo, Singh ha defendido en numerosas ocasiones su inocencia y ha tachado las acusaciones de una conspiración política, por lo que se ha negado a renunciar al cargo como le exigen los deportistas.

Los atletas comenzaron sus protestas el pasado enero aunque intensificaron su actividad en abril, cuando iniciaron una acampada en el 'manifestódromo' de Jantar Mantar, de la capital india, a la que posteriormente se sumaron los campesinos.

No obstante, el lugar fue desmantelado por la Policía la semana pasada de forma definitiva durante una jornada cargada de violencia contra algunos atletas y que acarreó el breve arresto de varios de ellos pese a que protestaban pacíficamente.

Esta actuación policial fue condenada ayer por el Comité Olímpico Internacional, que instó a las autoridades indias a investigar las acusaciones por los luchadores.

Y es que, pese a que el Gobierno indio anunció la formación de un comité de investigación en enero, el caso apenas avanza y la impaciencia de los deportistas va en aumento, lo que les llevó a amenazar esta semana con sumergir sus medallas olímpicas en el río Ganges por la violenta represión que sufrieron.

Un gesto que, sin embargo, no acabó produciéndose, precisamente por la intermediación de los campesinos, que les prometieron abordar sus quejas con el Gobierno. EFE

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