Inclusport, una asociación que traspasa la mera integración de personas con discapacidad

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Valladolid, 1 jun. La organización Inclusport, dedicada ala inclusión a través del deporte, ha concluido la temporada con el hito de que un equipo de balonmano de personas con discapacidad, compitiera de manera normalizada en los Juegos Escolares de Valladolid.

Han pasado más de cinco años desde que Óscar Perales, Yeray Lamariano y Andrea Reyes fundasen Inclusport, una asociación sin ánimo de lucro cuya pretensión era convertir el balonmano en una herramienta de integración para las personas con discapacidad, a través de su experiencia como jugadores profesionales.

Lo que comenzó como un proyecto humilde se ha convertido en un referente para muchas personas que han depositado su confianza en él, como motor de desarrollo personal de unos hijos con diferentes grados de discapacidad, con TEA -Trastorno del Espectro Autista-, hiperactividad o déficit de atención.

En la actualidad cuentan con más de 80 jóvenes distribuidos en el equipo de balonmano, actividades acuáticas y balonmano en silla de ruedas que ha llevado a varios de sus integrantes a formar parte de la selección española.

Oscilan entre los 6 y 43 años pero no hay límite ni barreras, puesto que también se ha añadido algún deportista sin discapacidad, lo que le hace inclusivo al cien por cien.

Se hallan bajo la batuta de entrenadores nacionales de balonmano y de un grupo de voluntarios sin los que no se podrían llevar a cabo todas las iniciativas que se han ido planteando a lo largo del tiempo, ya que han añadido acciones como campus inclusivos de otros deportes como baloncesto o kárate, para ampliar el abanico de posibilidades y que los participantes prueben cosas diferentes.

Perales ha explicado este jueves a EFE que la inclusión "se va haciendo más efectiva porque la sociedad cada ver normaliza más todo lo relacionado con las personas con discapacidad, tanto desde un punto de vista laboral como de barreras arquitectónicas e incluso el prisma personal.

"Antes se ocultaba a las personas que sufrían algún tipo de discapacidad y ahora sucede todo lo contrario: las familias buscan recursos para motivar a los hijos y ayudarles a que puedan vivir una vida lo más plena posible", ha proseguido.

La idea de añadir al equipo de Inclusport en los Juegos Escolares, para poder competir en igualdad con otros niños y niñas, encontró el respaldo del Ayuntamiento de Valladolid, a pesar de que los integrantes de este conjunto no tenían edad escolar en su gran mayoría.

Ha sido una experiencia "muy enriquecedora para todos, tanto para Inclusport como para los otros equipos", cuya reacción ante esta situación era una incógnita, "pero han respondido muy bien, con mucha normalidad", ha explicado Perales.

"Sabíamos que no íbamos a ganar ningún partido pero el resultado era lo de menos, ya que lo importante era ver la evolución del equipo, de sus conductas, aprender a gestionar la frustración de la derrota, y no solo ha sido espectacular el progreso en el plano deportivo, ya que pasamos de perder por veinte goles a hacerlo solo por seis o siete en las últimas jornadas, sino también en el aspecto social, puesto que han creado lazos con otros clubes", ha añadido.

Todo ello ha supuesto un reto para los deportistas y ha servido además para fomentar hábitos de vida saludables e instalar una cultura deportiva.

Aunque Inclusport está inscrito como asociación, no significa que los padres que apuntan a sus hijos tengan que ser socios, aunque sí pagan una pequeña cuota para cubrir los gastos del polideportivo donde se entrena, el seguro y la ropa, algo fundamental para potenciar ese sentimiento de pertenencia a un club.

Perales ha advertido que el hecho de no tener recursos económicos "nunca puede ser un impedimento para que un niño haga deporte", y por eso se adaptan a las necesidades de los chicos y chicas que se van incorporando. EFE

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