El lavado de imagen verde en el sector financiero de la UE se ha quintuplicado desde 2018

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París, 1 jun. Los casos de lavado de imagen verde en el sector financiero de la Unión Europea (UE) se han más que quintuplicado desde 2018, según las Autoridades Europeas de Supervisión (ESA), que considera que la regulación y la taxonomía sobre las finanzas sostenibles pueden ayudar a luchar contra ese fenómeno.

En un informe de situación publicado este jueves, las ESA dan cuenta de 206 casos de lavado de imagen verde ("greenwashing") en 2022, frente a los 40 de 2018 en la actividad bancaria, de seguros, pensiones y mercados financieros.

El sector financiero en su conjunto representó el pasado año un 23 % del total de empresas que incurrieron en esas prácticas, y si se toman de forma aislada los bancos, supusieron un 9 %.

Para las ESA, el lavado verde son las declaraciones o acciones relacionadas con la sostenibilidad que en realidad no reflejan de forma clara y justa el perfil de una empresa, de un producto o de un servicio financiero.

Es una práctica que, por tanto, puede ser engañosa para los consumidores, para los inversores o para cualquier otro actor del mercado e inducirlos a errores o a decisiones equivocadas.

En su estudio, las autoridades del sector financiero europeo hacen notar que al igual que ocurre en las empresas de otras actividades, los tres asuntos en los que más abunda la ecoimpostura son el cambio climático, el impacto sobre el medio natural o la biodiversidad o sobre las comunidades locales.

Para la banca en concreto, las cuestiones climáticas han sido las principales entre 2012 y 2022, cuando sólo ocupaban la cuarta posición en las empresas que no pertenecían al sector financiero.

Las ESA también destacan que globalmente (considerando todas las empresas y sectores) se ha disparado el número de presuntos casos de comunicación engañosa en asuntos relacionados con los conocidos como criterios de inversión ESG, es decir, referidos a factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo.

En concreto, se han cuadruplicado desde 2018 y se han multiplicado por 6,5 desde 2012. El incremento se ha constatado en todas las regiones del mundo, pero ha sido especialmente fuerte en Norteamérica y en la UE, que supuso un 60 % del total en 2022.

El fenómeno ha aumentado en las tres dimensiones ESG, pero la medioambiental y la social son las más frecuentes.

Las actividades que concentran los ejemplos de lavado de imagen verde son el petróleo, el gas, y su extracción, la minería, la construcción industrial, los alimentos y bebidas, la vivienda y el sector financiero.

Este estudio es el primero que elaboran las ESA -la Autoridad Bancaria Europea (EBA), la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (EIOPA) y la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) tras la petición que les hizo la Comisión Europea.

El proceso se lanzó el pasado mes de noviembre y está previsto que se publique un documento definitivo en mayo de 2024 con recomendaciones definitivas, incluidos posibles cambios en el marco regulador de la finanza sostenible. EFE

ac/jac