El hospital Vall d’Hebron logra el primer trasplante pulmonar con cirugía completamente robótica

Esta técnica mínimamente invasiva disminuye de 30 centímetros a ocho el tamaño de la incisión, lo que evita dolor al paciente y facilita su recuperación

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De izquierda a derecha: Xavier, el paciente operado, el consejero catalán de salud, Manel Balcells, y el director asistencial del Vall d'Hebron, Antonio Román. (Cedida por el hospital)
De izquierda a derecha: Xavier, el paciente operado, el consejero catalán de salud, Manel Balcells, y el director asistencial del Vall d'Hebron, Antonio Román. (Cedida por el hospital)

“Un hito histórico que podrá mejorar la vida de miles de pacientes”. Así ha celebrado este lunes el Hospital Universitario Vall d’Hebron de Barcelona haber logrado el primer trasplante de pulmón completamente robótico en el mundo, una cirugía que disminuye el dolor y los riesgos postoperatorios al sustituir la incisión de 30 centímetros que se realizaba en el tórax por una de tan solo ocho en la parte inferior del esternón.

Xavier, un hombre de 65 años que necesitaba un trasplante a causa de una fibrosis pulmonar, no dudó en someterse a esta nueva técnica quirúrgica por recomendación de su médico. Aunque el caso no se ha hecho público hasta ahora, la operación se llevó a cabo a finales de febrero y el propio paciente, que ya ha recibido el alta médica, ha destacado que no tuvo dolores y que la recuperación fue rápida.

El resultado ha sido “tan positivo” que ha sorprendido también al equipo médico, señala a Infobae el doctor Albert Jauregui, jefe del Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar del Hospital Universitario Vall d’Hebron. “Pensábamos que el paciente tendría dolor y no ha sido así”, dice orgulloso. “Creemos que esto va a marcar un antes y un después en el trasplante de órganos porque, si podemos hacer que esta cirugía no sea tan agresiva, se lo podremos ofrecer a más pacientes”, asegura el experto, que aboga por exportar esta técnica a centros que realicen trasplantes de pulmón en todo el mundo.

La cirugía robótica permitió, a través de esa pequeña incisión de ocho centímetros, extirpar el pulmón dañado y luego introducir por esa misma abertura el nuevo órgano del donante. “Esa herida pequeña cicatriza con facilidad y es mucho más segura”, añade Jauregui, pues el gran problema de separar las costillas y abrir el tórax -como se hace tradicionalmente en intervenciones de este tipo- es que “es un abordaje muy agresivo con un postoperatorio muy delicado”.

El experto recuerda que esta técnica robótica ya se había aplicado meses atrás en el Hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles, en Estados Unidos, pero de forma parcial.

El doctor Albert Jauregui, jefe del Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar del Hospital Universitario Vall
d’Hebron (Cedida)
El doctor Albert Jauregui, jefe del Servicio de Cirugía Torácica y Trasplante Pulmonar del Hospital Universitario Vall d’Hebron (Cedida)

“Encontramos la pieza del puzzle”

En el Vall d’Hebron llevaban tiempo estudiando cómo podían hacer que esa cirugía tan agresiva fuera menos invasiva, pero siempre se encontraban con el mismo problema: no sabían cómo extirpar el órgano dañado e introducir el nuevo. Tras muchos meses de trabajo, la solución llegó finalmente llegó con la cirugía subxifoidea. Los cirujanos hicieron manualmente una incisión de ocho centímetros en la piel por debajo de la xifoides -que es una pequeña extensión cartilaginosa de la parte inferior del esternón- y por encima del diafragma, y en el agujero abierto colocaron “un separador de partes blandas, una sencilla herramienta de plástico que permite mantener la incisión abierta y limpia durante la operación para sacar y meter los pulmones”, aclaran desde el hospital. A partir de ahí, la operación fue 100% robótica.

“Fue ese momento como en el que encuentras la pieza del puzzle que se te había perdido, sabíamos que era lo que estábamos buscando”, dice a este medio Jauregui, que aunque celebra lo que ha logrado junto a su equipo, lo hace con cautela al recordar que por el momento se trata de un único trasplante, si bien asegura que en los próximos meses el Vall d’Hebron realizará más.

“Antes los modelos de robots no eran tan precisos ni había tanta experiencia. Ahora hemos llegado a cierta madurez y vamos avanzando tecnológicamente. La gente tiene que poder ver que esto es una opción para mejorar su vida”, concluye el experto.