Los caminos del futuro: el desafío de una movilidad sin impacto ambiental

Los caminos han evolucionado para alcanzar mejores formas de traslado, que se adaptan a la demanda de los negocios en un mundo globalizado y permiten una mayor interacción entre los países, las regiones y las instituciones. En promedio, durante su vida un hombre manejará su automóvil más de 700 mil kilómetros, distancia suficiente para viajar a la luna ida y vuelta.

Un nuevo fenómeno que provoca el incremento en el transporte de mercadería se suma en los últimos años: las compras en línea. El volumen de traslado de paquetes aumentó casi un 50% a nivel mundial entre 2014 y 2016.

Esta expansión trae consigo un problema a nivel global: la mayor mayoría del transporte mundial utiliza combustible derivado del petróleo para funcionar. Esto produce un alto impacto ambiental en el planeta, que obliga a buscar nuevas fuentes de energías alternativas, limpias y seguras.

La solución híbrida

Los vehículos híbridos son una opción actual a esta problemática. Sus dos motores, uno naftero y otro eléctrico, combinan sus fuentes de energía optimizando su performance, logrando recorrer casi el doble de distancia que un auto convencional, pudiendo llegar a superar los 1380 kilómetros de autonomía con un solo tanque.

Además, generan su propia energía, como el Toyota Prius, que con su sistema de "frenado regenerativo", cuando el auto frena o desacelera, el motor eléctrico funciona como un generador, convirtiendo la energía cinética del vehículo en energía eléctrica, la cual se usa para cargar las baterías.

Ha pasado un siglo desde que los primeros vehículos de motor comenzaron a recorrer las rutas del mundo. Es sabido que la extracción y el uso del petróleo, además de ser un recurso no renovable, puede perjudicar el medioambiente. Es por eso que se busca un cambio en el consumo, para que la demanda de combustible vaya disminuyendo paulatinamente y pueda eliminarse por completo en un futuro no tan lejano.