Freelancers unidos: diseñadores, redactores y creativos independientes ya no quieren trabajar solos

La modalidad de co-working y oficinas "abiertas" atraen cada vez a más trabajadores que se mueven por su cuenta. ¿Las razones? el beneficio de las experiencias compartidas y el feedback mutuo

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Los trabajadores independientes buscan formas de evitar el aislamiento y sumar experiencias.
Los trabajadores independientes buscan formas de evitar el aislamiento y sumar experiencias.

La hiperconectividad es un concepto ineludible de la actualidad. El avance imparable de la tecnología facilita el día a día de tal manera, que una reunión con amigos puede reducirse al intercambio de unos cuantos audios de WhatsApp.

Las ventajas funcionales están a la vista, pero la falta de contacto personal puede generar apartamiento social. En el ámbito laboral, son muchos quienes ven en la figura del freelancer; el modelo de trabajo ideal. Libertad, flexibilidad, y autonomía en la toma de decisiones, son atributos ponderados por quienes deciden trabajar de forma independiente.

Para luchar contra el aislamiento que genera trabajar en soledad, son cada vez más quiénes buscan "formar tribu"; con el objetivo de sumarse a momentos o espacios colectivos e intercambiar experiencias, obtener feedback de su trabajo y hasta conseguir nuevos contactos laborales.

Este boom tecnológico también obliga a repensar la concepción tradicional del trabajo: las nuevas posibilidades de comunicación e intercambio de información hicieron que el modelo de trabajo flexible e independiente se instaure y no pare de crecer.

No más "lobos solitarios"

Pero esta independencia también puede generar aislamiento, y como respuesta surgen espacios "colectivos" donde estos profesionales independientes buscan además nutrirse del intercambio junto a pares. Clubes de lectura, eventos de cocina colectiva, encuentros de dibujo: los millennials buscan el contacto humano formando sus propias tribus en todos los ámbitos. Tribus que los identifican, los incitan a llevar adelante sus objetivos y otorgan sentido de pertenencia.

Un claro exponente del auge del 'juntarse a hacer' son los espacios de coworking, que se encuentran en constante crecimiento. "Lo que buscamos nosotros desde La Maquinita Co. no es únicamente brindar la posibilidad de compartir un espacio físico. El corazón de nuestro negocio se basa en las relaciones humanas. Éstas son la piedra fundacional a través de la cual se genera una ámbito de confianza para compartir buenas prácticas laborales, consejos, historias de fracaso, y sobre todo, desarrollo de sinergia que siempre trae nuevos proyectos y sociedades entre miembros de nuestra tribu maquinera"; cuenta Guido Baroli, dueño de La Maquinita Co de Vicente López.

Los espacios de trabajo compartido tienen cada vez más adeptos.
Los espacios de trabajo compartido tienen cada vez más adeptos.

La búsqueda: experiencias cara a cara con otras personas, retroalimentación mutua. Otro ejemplo del auge de este tipo de experiencias es Take Me Cooking, "Este proyecto demuestra lo lindo que es juntarse a hacer algo en la casa de alguien que no conocés. Es esta idea de abrirle las puertas a un desconocido, la cual comenzó a desarrollarse con Airbnb y que cada día resulta menos rara. Facilitamos encuentros alrededor de la cocina, como una manera enriquecedora de descubrir una cultura" dice Laurie Vaquer, creadora de la plataforma.

El boom del co-working y las experiencias colectivas

"Volver a la tribu", ese el mensaje colectivo detrás de muchas de estas nuevas iniciativas. Trabajar cerca de otras personas y formar esta especie 'pandilla' laboral resulta altamente beneficioso para todos que deciden dejar la soledad de sus casas con el objetivo de sumarse a momentos o espacios colectivos. "Hay un montón de cosas maravillosas sobre ser un freelancer creativo, pero seamos honestos – puede ser aislador. Es muy importante encontrar tu tribu y trabajar con clientes y otros talentos con los que conectes", cuenta Kate Bouchard de Armature Collective, un colectivo de marketing, branding y diseño de Vancouver que este año pasó por La Maquinita Co de Palermo Soho.

Clases de cocina colectiva: otra de las atracciones de La Maquinita.
Clases de cocina colectiva: otra de las atracciones de La Maquinita.

La sinergia y las conexiones que se generan en cada uno de estos espacios "tribales" son un claro indicador del enorme potencial detrás de la idea de reunirse a, simplemente, hacer.

Es pasar del aislamiento a la compañía, conectar con otras personas, compartir y animarse a convertir lo individual en colectivo y lo colectivo en universal.