Desde el lunes, se cerraron las escuelas del conurbano bonaerense. Casi 3 millones de chicos volvieron a, en el mejor los casos, la virtualidad. Con ese panorama, los padres llevaron adelante un sinfín de manifestacion. Hoy por la mañana, incluso, organizaron una clase presencial frente a la Quinta de Olivos.
En la puerta de la residencia presidencial, los padres dispusieron unas 20 sillas y reposeras para que chicos de primaria y secundaria tuvieran una clase bajo su coordinación como protesta a la suspensión por 15 días que Alberto Fernández dispuso el miércoles pasado.
“A partir del DNU que sacó el Presidente, a través de chats de WhatsApp nos fuimos dando cuenta de que éramos muchos los que sentíamos una impotencia tan grande. Nos organizamos para venir a la Quinta de Olivos para hacer más visible el reclamo”, comentó a Infobae María, una de las madres que impulsó la iniciativa.
Hoy participaron de la propuesta chicos que asisten a escuelas estatales de la Zona Norte de la provincia. “Los chicos más grandes se conectaron a través de su celular por Zoom. Los más pequeños llevaron sus tareas. Los ayudamos a resolverlas y les pedimos que escribieran por qué querían volver al colegio. Nunca estuvimos ante esta situación. En general, los chicos se alegraban cuando no iban al colegio. Ahora son ellos los que piden volver”, afirmó la madre.
Para los próximos días, la idea de los Padres Organizados es replicar con diferentes grupos de chicos la iniciativa. Hoy por la tarde también se movilizarán hacia la Corte Suprema de la Nación para pedir que se garantice el derecho a la educación.
En teoría, hasta el 30 de abril las escuelas bonaerenses permanecerán cerradas, pero los padres creen que las medidas se extenderán, incluso más allá de los dos meses. “Es muy agotador para nosotros tener que hacer de padres, docentes y encima reclamar por la presencialidad”, dicen.
Con esa presunción, desde el lunes los padres llevaron adelante distintas acciones para reclamar por la educación presencial: organizaron abrazos simbólicos a las instituciones, sentadas, clases públicas y manifestaciones frente a la quinta presidencial.
En la provincia de Buenos Aires, todos los municipios del conurbano tienen las escuelas cerradas. A ellos se sumaron en las últimas horas Zárate, General Villegas y Castelli que retrocedieron a fase 2 y también interrumpieron la actividad presencial. En los próximos días se cree que puede haber un efecto dominó.
Ante los trascendidos de colegios privados que abrirían pese a la prohibición, en el gobierno de Axel Kicillof ratificaron la suspensión de las clases presenciales y advirtieron sobre posibles sanciones a los establecimientos que se declararan en rebeldía. Eso incluía quita de subsidios y hasta la anulación del registro para dar clases. Es que dos escuelas privadas de La Plata habían expresado su voluntad de sostener las clases pese al DNU. El mismo domingo, ante la advertencia, dieron marcha atrás.
Hoy el ministro de Educación nacional reapareció en la escena pública tras una semana de hermetismo. Se reunió con el presidente Alberto Fernández y hablaron sobre la posibilidad ir hacia una “presencialidad administrada” en el Área Metropolitana de Buenos Aires una vez que venza el DNU, el próximo 30 de abril.
El plan busca bajar la circulación en el transporte público de la comunidad educativa, disminuir la cantidad de días de asistencia a clases o definir cierres parciales que seguirían un orden de prioridad. Lo último en cerrar sería lo que consideran cursos prioritarios: el último grado de primaria y el último año de secundaria. En segunda instancia, sala de cinco y el primer ciclo de primaria (primero, segundo y tercer grado).
FOTOS: Franco Fafasuli
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