A través de una resolución, se modificaron las actividades profesionales a desarrollar por los graduados de 37 carreras universitarias. En su mayoría son ingenierías, pero también hay otras más tradicionales, que acaparan gran atracción de estudiantes, como psicología o arquitectura. La controversia apareció por una fuerte reducción en profesiones que pasaron de treinta actividades exclusivas a solo tres o cuatro.
El ministerio de Educación ratificó la modificación en los últimos días, pero la iniciativa se gestó en el sistema universitario hace ya dos años. Tanto instituciones públicas como privadas debatieron durante todo 2016 junto a los Consejos de Planificación Regional de la Educación Superior (CPRES) las nuevas "actividades profesionales reservadas exclusivamente al título". Las revisiones fueron aprobadas por unanimidad y ahora se formalizan.
"Había una necesidad de renovar los perfiles profesionales a partir de los cambios científicos, tecnológicos y las amplitudes que hoy requieren determinadas carreras", le dijo a Infobae Paulo Falcón, director nacional de gestión universitaria.
Falcón hace una distinción entre los alcances del título y las actividades profesionales. "Los alcances son las actividades para las que habilita un título. Lo que se modificó fue un subconjunto dentro del alcance del título, que se refiere a aquellas habilitaciones que involucran un riesgo directo sobre el interés público, sobre la salud o la seguridad de los habitantes", especificó. Ahora las únicas actividades exclusivas son las que atañen riesgo en el interés público. De allí la drástica disminución.
En el título de Ingeniero en Petróleo, una de las muchas especialidades que aparecen, por ejemplo, se determina que el graduado será capaz de proyectar y dirigir lo referido a higiene, seguridad y control de impacto ambiental. Otras ingenierías que ven sus actividades de riesgo modificadas son la aeronáutica, la informática, la civil y la metalúrgica.
En tanto, en Psicología se espera que el profesional pueda "planificar y prescribir acciones tendientes a la promoción y prevención de la salud mental en individuos y poblaciones". Los odontólogos, por su parte, realizarán procedimientos "comprendiendo el sistema estomatognático de las personas, sus estructuras vecinas y, según el riesgo de la intervención, su potencial alcance sistémico".
En los hechos, las modificaciones comenzarán a verse en los nuevos planes de estudios, acordes a las nuevas especificaciones, que deberán presentar las universidades. La CONEAU será la encargada de evaluar y acreditar el diseño curricular en un plazo de entre 3 y 6 años. "Se garantiza que el profesional recibe una formación suficiente para poder desarrollar esas actividades, lo que no quita que no pueda hacer otras", sostuvo Falcón.
Distintas organizaciones profesionales alzaron la voz ante la renovación. Argumentaron que los graduados con planes de estudios anteriores perderían legitimidad y que la fuerte reducción en las actividades daría un graduado con menor influencia. Desde la cartera educativa, remarcaron que el título es un "derecho adquirido" y que no se requiere una actualización para que tenga valía.
Todas las actividades que estaban antes, insisten, permanecen en el nuevo esquema. "Ninguno pierde capacidad profesional. No se busca afectar la capacidad, sino que se trata de una reinterpretación por los cambios que hubo en los últimos años", agregan.
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