La semana financiera terminó complicada, con un alza importante del riesgo país y caídas en la Bolsa

A pesar del dólar quieto, se vivió un viernes difícil y no deseado. A nadie le interesa la liquidación de bonos y acciones

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Merval (RONALDO SCHEMIDT / AFP)
Merval (RONALDO SCHEMIDT / AFP)

“Los inversores viven el futuro como si estuviera en manos de alguien que tiene que desactivar una bomba de alto poder y está, alicate en mano, tratando de decidir si corta el cable azul o el rojo para evitar a explosión”, dijo un operador al referirse al comportamiento del mercado que se está deshaciendo de los títulos de la deuda argentina y puso al riesgo país en un trampolín que lo puede elevar a niveles récord.

La conversación de Alberto Fernández con el ex presidente prófugo de Ecuador, Rafael Correa, sobre la negociación con el FMI más las reuniones y acercamientos con países que no son de la simpatía de EEUU puso en alerta al mundo financiero.

Los informes para sus clientes de las distintas agencias que evalúan riesgos y de los bancos fueron absolutamente negativos sobre el futuro de la deuda argentina.

Los bonos quedaron en precio de default. El Bonar 2024, que acaba de pagar cupón, retrocedió 2,50%. El Bonar 2020 perdió 3,20%. Entre los bonos más largos, que son los de más elevada ponderación en la confección del índice de JP Morgan, el Embi+ que mide el riesgo país, tuvieron retrocesos de casi 1%. La baja del precio del Bono del Tesoro de Estados Unidos a 10 años que ahora rinde casi 2%, evitó que la suba del riesgo argentino fuera mayor. Ahora el país tiene un riesgo de 2.437 puntos básicos. Subió 96 unidades (+4,5%) y parece encaminarse a los 2.500 puntos.

No se puede culpar al Gobierno de lo que sucedió. Pero quedó en evidencia que la transición es altamente desordenada y la confusión es muy grande, mientras la hiperinflación y el default aguardan al acecho.

La tranquilidad de dólar no pudo quitarle dramatismo al escenario. Ni siquiera es un desahogo, porque el precio de la divisa está asentado sobre los controles que tienen fecha de vencimiento porque, después de un breve tiempo, se acaba su efecto. Por eso no es para celebrar que el dólar en bancos y casas de cambio haya bajado 16 centavos a 63,05 pesos.

Quedó en evidencia que la transición es altamente desordenada y la confusión es muy grande, mientras la hiperinflación y el default aguardan al acecho

En la plaza mayorista a caída fue de 10 centavos a $59,50 con una fuerte presencia de los exportadores que, apurados por liquidar sus divisas antes de que les suban las retenciones, elevaron el monto de negocios de ese mercado a USD 499 millones, el nivel más alto desde que rigen las restricciones para comprar divisas. El Central aprovechó esta ventaja para comprar prácticamente en soledad USD 330 millones, el monto más alto de la semana. De esta manera, lleva adquiridos en la semana USD 1.000 millones.

El movimiento se reflejó en las reservas que subieron USD 228 millones a 43.336 millones. Parte de este aumento, además de las compras diarias, tiene que ver con la desaceleración de la salida de depósitos en dólares. De acuerdo a la información del Banco Central, el lunes pasado se fueron de los bancos USD 72 millones. Para las reservas esa salida tiene poco significado porque las afecta en alrededor de 35 millones por la pérdida de encajes.

El dólar libre, por su parte, aumentó $2,25 a $ 65,25, con un fuerte movimiento. “Fue el día que más trabajamos en el año”, señaló un operador.

Los dólares alternativos tuvieron un comportamiento irregular pero alcista. Mientras el dólar Bolsa, un dólar legal que se asemeja al libre, aunque más complicado de operar porque hay que utilizar bonos, aumentó 70 centavos (1%) a $73,62. El contado con liquidación, que se utiliza para sacara dólares al exterior, estuvo calmo y aumentó 10 centavos a 78,21 pesos.

El otro mercado que padeció el mal humor de los inversores fue la Bolsa. El S&P Merval perdió 4,85% con negocios por $861 millones. Los malos balances que ingresaron al recinto y el retiro de tres acciones del índice de emergentes por parte de Stanley Capital Investment (MCSI) , fueron las causas del derrumbe. TGS (-11,97%), Pampa (-9,45%) y BBVA (-2,97%) fueron los expulsados del índice.

Pero también soportaron retrocesos importantes los papeles de Banco Supervielle (-7,71%), Transener (-7,32%) y Aluar (-9,77%) que hasta hace poco fue la acción estrella.

Fuente: Rava
Fuente: Rava

Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- también tuvieron su día negro. Solo dos certificados eludieron las caídas. Tenaris (+0,73%) y Mercado Libre (+0,43%).

Entre las bajas más estrepitosas estuvieron Pampa Energía (-10,06%), Transportadora Gas del Sur (-9,42%) y Edenor (-6,24%).

En el mercado de pesos, los plazos fijos perdieron el lunes $7.000 millones, pero los indexados por el CER, que se hacen a un mínimo de 90 días de plazo, aumentaron casi $400 millones.

Estos depósitos indexados no son los únicos negocios que buscan los inversores en pesos. Federico Luciani, director ejecutivo del Mercado Abierto de Valores, que concentra las operaciones de las PYMES, dijo que las operaciones con cheques diferidos con garantía del SGR (Sociedades de Garantía Recíprocas) aumentaron y se están operando a una tasa de entre 48 y 50% anual. También mejoró el negocio de las facturas de crédito que poseen las Pymes de empresas de primera línea y que rinden casi 70%. “Por lo menos las Pymes se van financiando ante las situaciones que presenta el mercado”, señaló Luciani. “La abundancia de pesos ayuda”, agregó.

Lo cierto es que, a pesar del dólar quieto, se vivió un viernes difícil y no deseado. A nadie le interesa la liquidación de bonos y acciones.

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