Diego Majdalani, presidente de Dell: "Las mejores oportunidades pasan por entender que el mercado es global y no local"

A pesar de la crisis económica, Diego Majdalani, presidente de la empresa de tecnología Dell Technologies para Latinoamérica, asegura que las compañías locales tienen una oportunidad de abrirse al mundo y exportar servicios. "Es una oportunidad enorme. Cuando éramos chicos todos sabíamos qué empresa fabricaba Atari y dónde, por ejemplo. Hoy nadie sabe dónde se desarrollan las apps y su mercado es el mundo. Eso que siempre decíamos, que la Argentina tiene que ser un mercado exportador, es ahora mucho más fácil", señaló.

El directivo participó este miércoles del Dell Technologies Forum, que se realiza anualmente en las principales ciudades de Latinoamérica y donde se dan a conocer las últimas tendencias tecnológicas para los negocios de la economía digital. "Es una revolución que bien aprovechada es súper inclusiva y nos permite dar un salto enorme en nuestro rol en el mercado mundial de una forma diferente de las exportaciones tradicionales. Creo que muchas compañías en Latinoamérica lo entienden y lo están aprovechando", continuó sobre las posibilidades de la Argentina.

Hace tres años, el gigante estadounidense –especializado en la fabricación y desarrollo de computadoras– adquirió la empresa de servidores y data centers EMC, en lo que fue la mayor operación de la industria tecnológica por USD 67.000 millones. En varios mercados, como el argentino, la empresa es número uno en venta de servidores, almacenamiento y computadoras para empresas o personales.

El directivo define la "transformación digital" como una serie de tecnologías emergentes que ocurren al mismo al tiempo y combinadas cambian la forma de hacer negocios, de trabajar, el mapa político y la economía del mundo.

—¿Cómo están posicionadas las empresas argentinas en el marco de la transformación con respecto a otros países de la región? 

—Siempre podés dividirlo en tres grupos. En el caso de las compañías locales que son nativas digitales, que van por la innovación más rápida, no es distinto a otros países de Latinoamérica y van al mismo ritmo. Después están las compañías que entendieron enseguida que si no se transformaban iban a tener problemas, están un poco más atrás pero se están preparando. Y finalmente, más atrás, las que saben que esto las va a afectar pero que no va a ser mañana, y van más despacio.

—¿Cuánto afecta esta adopción de tecnología el contexto de incertidumbre económica local?

—El contexto afecta en el corto plazo. Pero cuando lo mirás a 10 años o a 20 años, la coyuntura es menos relevante. Es el camino en los próximos años para generar valor para los clientes y las compañías. En 2001 cuando fue la gran crisis también fue el inicio de un modelo exportador de servicios en la Argentina. Las coyunturas duran un tiempito y luego las cosas se acomodan. Las mejores oportunidades pasan por entender que el mercado es global y no local.

—¿Qué ventajas ve para incrementar la exportación de este tipo de servicios y tecnología? 

—Acceder ahora es mucho más fácil. Un mercado que cambia todo el tiempo, que es dinámico, pide un perfil de innovación y creatividad, que pueda entender y sacar conclusiones y esa es la definición de un argentino de los últimos 50 años, que desarrolló casi todas esas competencias. Los que no lo entienden siguen buscando un pasado que no va a volver.

—¿Cuál hoy la principal demanda en tecnología de las empresas argentinas? 

—Te piden que su centro de cómputos sea resistente a los cambios de corto plazo. Ir a un centro de cómputos definido por software cuando antes tenías que comprar equipos para una función específica. Eso se traduce en que si antes tenías que comprar un equipo caro para una función y la realidad, cambiaba ese equipo no se llegaba a amortizar.

—¿Cómo evolucionó este año el negocio de Dell en la Argentina, en un escenario con notables giros en la economía? 

—El primer semestre fue bueno; crecimos año contra año en participación de mercado. Sabemos que siempre en los mercados cuando hay elecciones hay una desaceleración de las ventas. Nos pasa en todos los países. Obviamente, los cambios en el dólar afectan el corto plazo, las decisiones de compra y de inversión. En la Argentina, en particular, con las fluctuaciones del dólar, la inversión no cayó. Una computadora hoy tiene un precio accesible y dura mucho más.

—¿Y en la demanda de computadores para los consumidores?

—En estos ciclos lo evidente es que baje la demanda, pero se genera un stock de demanda insatisfecha que no se puede postergar eternamente. Después de cada uno de estos ciclos hay un boom de compras. En 2001 y 2005 cayeron las ventas de autos muchísimo y al año siguiente fue récord. Con la tecnología pasa lo mismo.

—¿Qué proyectos tiene Dell para la Argentina?

—En la Argentina tenemos una participación grande en el mercado y somos número uno en servidores comerciales. Y desde acá damos servicios a otros mercados, por ejemplo en el área de finanzas. Entonces el objetivo es seguir creciendo más allá de que obviamente cuando el país crece es más fácil y más rápido. La Argentina es la tercera economía de Latinoamérica, por eso podemos cambiar el ritmo pero no la dirección.

—¿Observaron un recorte de inversiones en tecnología por parte de las empresas? 

—Tenés compañías que aceleraron con la mentalidad de que el mercado es el mundo. Y otras compañías que son muy locales y que igual están invirtiendo porque saben que la competitividad viene por ahí. Pero también hubo compañías muy impactadas que frenaron o disminuyeron la inversión hasta que aclare.

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