En medio de una crisis por suba de costos el transporte de carga denuncia la creación de nuevo trámites burocráticos que traban a la actividad

Las empresas del transporte de carga mantienen una doble preocupación. Por un lado, la suba permanente de costos en un contexto elevado de inflación, que suman un alza superior al 90% en los primeros diez meses del presente año, y por el otro un marcado “malestar” por la duplicación de valores que deben abonar las empresas en concepto de trámites para operar en su actividad de logística.

Así lo expresó la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (FADEEAC. Al respecto, la entidad comunicó que presentó un pedido de acceso a la información pública ante el Ministerio de Transporte de la Nación, el 15 de noviembre último, para conocer los motivos por los que se instrumentó una nueva certificación de configuración de modelo de los camiones “que sólo duplica los trámites e incrementa los costos del transporte”.

Este tipo de ajustes arancelarios se fijan, tal como indicó la Federación, en momentos en que se constata un incremento de los costos que supera el 92% en los primeros diez meses del 2022. Y por ello, FADEEAC consideró que “la puesta en marcha de un trámite que sólo duplica burocracia y costos, resulta inexplicable y genera preocupación y malestar en un sector clave para el funcionamiento de la economía del país”

Desde la entidad se indicó que en febrero pasado, las autoridades nacionales notificaron a FADEEAC de la puesta en marcha del nuevo sistema de “Certificación de la Certificación”. Sin embargo, la Federación -que nuclea a 44 Cámaras de transporte de todo el país- se presume como “parte interesada” en el sector transportista y aseguró que “nunca se nos consultó por el alcance y efecto de la medida que establece la obligatoriedad de dos trámites con idéntico alcance y contenido”.

Hasta febrero, la Federación expresó que cada vez que el propietario de un camión realizaba una modificación al vehículo que alteraba la configuración del modelo del fabricante (agregar un nuevo tanque de combustible, por ejemplo) debía tramitar un certificado en el Taller de Reparación y Modificación autorizado (pagando aranceles que oscilan entre $15.000 y $20.000 según la modificación de la que se trate) para presentar en los talleres de Revisión Técnica Obligatoria (RTO), el equivalente a las VTV de los autos particulares, donde nuevamente el transportista paga por el trámite.

Ahora, con la creación del tercer trámite adicional, se suma un nuevo arancel para que un ingeniero Certificador exclusivamente de AITA (Asociación de Ingenieros y Técnicos del Automotor), verifique –en muchos casos mediante una fotografía vía online-, las condiciones técnicas de seguridad del vehículo, sin responsabilidad civil o penal alguna, y emita –previo pago del trámite- el Informe de Configuración de Modelo (ICM), para después poder efectuar la RTO, expresó FADEEAC.

A lo largo del año, muchas de las 4.500 pymes representadas en FADEEAC fueron denunciando distintos tipos de abusos e irregularidades (como que la “inspección” para aprobar la nueva certificación se realiza mediante una foto de WhatsApp). Por ese motivo, desde la entidad del transporte de carga presentaron su preocupación ante autoridades de la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados, para luego elevar “un pedido de acceso a la información pública ante el Ministerio de Transporte”.

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