La mejora en el volumen operado en el segmento de contado, que alcanzó los USD 348,5 millones (casi USD 60 millones más que el miércoles) permitió ampliar el margen de compras a manos del Banco Central, que se alzó con USD 132 millones en el día (el 37,9% de la oferta mayorista). En once sesiones operativas de enero el saldo para el BCRA por su intervención mayorista alcanzó los USD 1.429 millones, una cifra que ya supera holgadamente el saldo comprador de todo diciembre y se acerca a los USD 1.627 millones de noviembre.
Las reservas internacionales brutas crecieron en USD 92 millones a USD 30.706 millones, luego de tres bajas consecutivas. Este stock de activos mantiene un incremento de USD 1.099 millones en el primer mes del año.
El Banco Central dejó sin cambios la tasa de referencia. Pese a la expectativa que existía dentro del mercado de un nuevo recorte, la autoridad monetaria de momento deja la tasa de referencia en 32% nominal anual.
“Tras una licitación que reflejó una vez más el fuerte apetito por la tasa fija en el actual contexto económico-financiero, los operadores se encuentran atentos al timing y la magnitud del recorte en la tasa que impulsaría próximamente el BCRA. En este clima se extiende la calma de los dólares financieros, aún cuando por momentos los operadores detectan intervenciones que apuntan a regular la plaza, y así evitar vaivenes que pudieran afectar las positivas expectativas de los agentes económicos respecto a la desinflación y el atractivo de las colocaciones en pesos”, describió el economista Gustavo Ber.
El dólar libre es ofrecido con ganancia de diez pesos o 0,8% en el día, a $1.235 para la venta. Así, la divisa informal mantiene una suba marginal de cinco pesos respecto del precio del cierre de 2024. Con un dólar mayorista que quedó sin variantes, a 1.042 pesos por unidad, la brecha cambiaria alcanzó el 18,5 por ciento.
Max Capital reportó que “el 13 de enero, los depósitos en dólares subieron USD 16 millones. Desde el 15 de agosto, se incrementaron USD 13.278 millones, dejando los depósitos del sector privado en moneda extranjera en un total de 31.946 millones de dólares”.
Luego de tocar un piso intradiario en los 1.220 pesos, el precio del billete “blue” cerró a $1.225 para la venta, con una baja de 15 pesos o 1,2% en el día. En enero mantiene una baja de cinco pesos. Con un dólar mayorista que ganó un peso, a $1.042, la brecha cambiaria quedó reducida a 17,6 por ciento.
Juan Manuel Franco, economista Jefe del Grupo SBS, comentó que “tras el dato de inflación de diciembre, el BCRA anunció que desde el 1° de febrero reducirá el crawling peg a 1% mensual desde el 2% actual. Esto, de mantenerse la tasa de referencia del BCRA en pesos, implicaría una tasa en dólares superior al 20%”.
“Esta tasa implicará un mayor incentivo a que privados ofrezcan dólares en el MULC, pudiendo generar que el BCRA acelere el ritmo de compras al modificarse la tasa de crawl. Dicho esto, el riesgo pasaría por el hecho de que se trata de un esquema de carry trade sujeto a que los agentes económicos sigan creyendo que se puede mantener la apreciación del tipo de cambio real, para lo cual es clave para el Gobierno evitar sobresaltos cambiarios que podrían venir por factores exógenos como la debilidad del real brasileño o precios bajos de la soja, así como un aumento en flujos de capitales hacia EEUU de materializarse las presuntas políticas de Trump”, consideró Franco.
Con un monto de USD 279,4 millones operado en el segmento de contado, el Banco Central se alzó con USD 79 millones por su intervención cambiaria. En diez sesiones operativas de enero el saldo para el BCRA por su intervención mayorista se amplió a a USD 1.300 millones, una cifra que ya supera el saldo comprador de todo diciembre.
El Gobierno decidió imponer límites a las medidas antidumping para reducir los precios de ciertos productos, como bicicletas, bombas de agua, procesadores de alimentos, planchas, calefactores y ventiladores. Anteriormente, estas medidas podían renovarse indefinidamente, pero ahora estarán limitadas a tres años, con una posible extensión de dos años.
La inflación en la Argentina viene desacelerando rápidamente desde abril de 2024 -cuando alcanzó un pico interanual de 289,4%, al 117,8% de diciembre último-, debido a una coordinación entre una devaluación controlada -13 meses de “crawling peg” de 2% mensual- y tasas de interés elevadas para los bonos del Tesoro en pesos que permitieron una monumental absorsión de pesos excedentes. A la par, la caída real de salarios y jubilaciones y la caída de la actividad económica se complementaron con las medidas financieras como para enfriar la demanda y forzar el colapso inflacionario.